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Al cabo de dos siglos y medio de dominacion se resolvió la Corte de Madrid á colonizar nuestras inmensas costas del sud: sus miras se dirijieron primeramente á las bahias de San José y de San Julian, concentrándose por último en el Rio Negro, que se consideró mas á propósito para recibir una poblacion.

Hoy Cartagena es un inmenso escombro, cuyo espectáculo aflige profundamente al viajero; pero la hermosura romántica de la ciudad, la esplendidez de sus bahías, su admirable posición marítima, su importancia y sus facilidades para el comercio interior, el carácter de su poblacion y los nobles recuerdos que le pertenecen, hacen de esa plaza un objeto tan interesante como simpático para el observador extraño.

Abiertos que fueron en el Pacífico los puertos de las costas de América y del Japón, y estando enclavados aquellos en resguardadas y bien situadas bahías, habiendo en ellos magníficos y bien surtidos almacenes de efectos navales, con que reponer las frecuentes averías que se experimentan en las regiones polares, y sobre todo, representando aquellos puertos fáciles y frecuentes comunicaciones, al par que económicos expendios en las faenas de carga, descarga y almacenaje, claro es, que á ellos habían de ir las naves, abandonando las Marianas, en donde no encontraban las anteriores ventajas.

El cocotero y la palmera daban al paisaje un tono de exotismo para la mirada de los europeos. Acostumbrados al pino parasol de las bahías mediterráneas y a los abetos de los puertos del Norte, saludaban con entusiasmo esta vegetación exuberante, que evocaba en su memoria antiguas lecturas de viajes, hazañas de aventureros, chozas de bambú, saltos de fieras, bailes de negros.

El diario de Concha se ha sustraido hasta ahora á nuestras indagaciones, y recelamos que el fin desastroso de este oficial, haya ocasionado la pérdida de sus papeles: el diario de Peña nada adelanta á lo que sabemos del Rio Colorado, habiéndose ocupado mas especialmente de reconocer las bahias adyacentes.

Viniendo de mar afuera no está reconocida, y se supone con fundamento que los bajos se extienden mas de tres leguas de la costa por la reventazon que se , lo que hará siempre á dichas bahías inútiles para los fines propuestos.

Al despejarse el tiempo nos encontramos a la vista de una de las islas de Taiti. Nos fuimos acercando, y pasamos por delante de bahías estrechas, de una vegetación lujuriante, hasta detenernos en una de éstas. El capitán bajó a la bodega y habló a los chinos.

El canal termina entre manglares para perderse en las ondas cristalinas de la bahía, sumamente prolongada hácia el interior; la brisa del Atlántico sopla con vigor; la ancha vela del bote se desplega y flota de proa á popa; el horizonte se ensancha; las aguas toman el olor, el color y la aspereza de las aguas marinas; los remos dejan de agitarse; el tiburon persigue implacable á ejércitos de peces primorosos; las colinas de la costa se ofrecen á la vista; se siente el sordo y lejano mugido del mar; el mundo de las selvas acaba, el del abismo infinito comienza; y al fin, surcando una bahía de admirable belleza, que ensancha el corazon y da la primera nocion de la majestad del Océano, el viajero ve á Cartagena, bella, melancólica, romántica, sentada entre dos bahías, como una garza nadando en el Atlántico; y el Colombiano, el Granadino, amante de la libertad y de las glorias de un pueblo heróico, no puede menos que levantar la voz y saludar á la vieja y noble ciudad, diciéndole con el arrebato de la admiración; «Salve, gloriosa Cartagena, tierra del heroismo supremo y la abnegacion, cuna de poetas y mártires, sepulcro arrullado por las ondas, escombro de la opulencia que fué para no resucitar sino en un lejano porvenir

Uno de éstos, el gran Orinoco, tercer río del continente en cuanto al tamaño, proporciona, con sus tributarios, 4,000 millas de vía navegable. También se hallan en Venezuela numerosos lagos navegables. Posee un litoral de 2,000 millas, con 50 bahías y 32 puertos.

Entre el cabo Voluto y el Deseado, hay dos bahias, nombradas Ministe y Gucux: es muy conocido este último cabo, porque tiene tanta elevacion, como cualesquiera de los demas montes del país. A sus inmediaciones hay dos islas, y su costa septentrional tira mucho al N: de manera que mirado por este lado, no se le distingue por tal cabo.