United States or Jordan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y respecto a la elección de padrino, dijo en tono autoritario: Quisiera saber quién tiene más derechos que yo. Un grave silencio siguió a estas palabras, pero sea dicho en honor de todos los bromistas, el primer hombre que reconoció la justicia fue el organizador del espectáculo, privándose así del legítimo disfrute de su trabajo.

Le hizo sentar en el sofá y comenzó á hablarle con voz baja y grave ademán autoritario que contrastaba con su habitual desenfado: Me alegro que hayas dado este paso. Dentro de un momentito sabrás tu suerte, y, sea mala ó buena, debes quedar tranquilo, porque contra lo que allá arriba está ordenado no hay más que bajar la cabeza.

Al tocar el suelo vaciló sobre sus piernas; luego fué avanzando trabajosamente, moviendo los pies con dificultad, hundiendo su bastón en los surcos. Apóyate, viejo mío dijo la esposa ofreciéndole un brazo. El autoritario jefe de familia no podía moverse ahora sin la protección de los suyos. Se inició la marcha entre las tumbas, lenta, penosa.

Dupont hinchábase con vehemente oratoria al hablar de los trabajadores del país. Repetía lo que había oído a su primo y a los religiosos que frecuentaban la casa de los Dupont, pero exagerando las soluciones, con un ardor autoritario y brutal muy del gusto de sus oyentes, gente tan ruda como rica, que encontraba placer en derribar toros y domar potros salvajes.

Quedó el ingeniero con la diestra inmóvil y la pluma en alto. Había perdido su rígida impasibilidad de hombre autoritario. Tenía los ojos húmedos á causa de su emoción y se pasó una mano por ellos. Hizo un esfuerzo para reconcentrar su voluntad y siguió escribiendo el final de su carta: «¡Adiós á ti, esposa mía! ¡Adiós, hijos míos! Hasta el próximo correo. Roger de Canterac