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Actualizado: 1 de junio de 2025
La libertad de cultos, que el alto clero de Buenos Aires apoyó, no ha sido restringida; la población europea se disemina por las estancias, y toma las armas de su motu proprio para romper con el único obstáculo que la priva de las bendiciones que le ofreciera aquel suelo; los ríos están pidiendo a gritos que se rompan las cataratas oficiales que les estorban ser navegados, y el Banco Nacional es una institución tan hondamente arraigada, que él ha salvado la sociedad de la miseria a que la habría conducido el tirano.
En todo tiempo y en cualquiera nación, lo mismo entre las personas ilustradas que entre el vulgo de las gentes, se decía: «La muerte da la vida.» Suponíase en particular que la vida de los imperceptibles surgía inmediatamente de los despojos que le lega la muerte. El mismo Harvey, que fué el primero en formular la ley de generación, no se atrevió á desmentir tan arraigada creencia.
¿Qué extraño es, pues, que si la Corporación municipal nada menos, confiaba en la virtud de los saludadores, fuese ésta arraigada creencia en las clases todas de la sociedad? Pedro Martínez, saludador, dirigió una petición á la Ciudad, como consta en una hoja suelta de Actas capitulares, que comprende el comienzo del Cabildo de viernes 19 de Agosto de 1491.
Se piensa en Dios y se trata de medir la inmensidad de la idea que ha dado existencia á tan hermoso conjunto; se siente la más grande admiración hacia los tiempos que tuvieron fe, corazón y arte para expresar con símbolos inagotables su arraigada creencia....
Parece indicó la marquesa que esa creencia en usted es sincera; parece que es una convicción arraigada y profunda... No puede usted figurarse añadió con cierto cariño lo que me ha dado que pensar esta idea de usted.
D. Pompeyo Gener ya los designa, calificación ominosa, anatema lanzado sobre ellos y que al sacrificio y a la desaparición los predestina. Mi filantropía, mi piedad y la arraigada creencia de mi espíritu en un Dios omnipotente y misericordioso, me llevan a repugnar en toda su brutal extensión y en sus crueles consecuencias eso que llaman la lucha por la vida.
España, con la mayor formalidad, está diciendo y haciendo lo mismo: huye del trato y familiaridad de todas las potencias de Europa por temor de que la engañen. Mientras más lo recapacito, mejor noto que la desconfianza que nos arrastra al retraimiento y al separatismo está en nosotros muy arraigada y conviene librarnos de ella.
Tenía la devoción de la Virgen profundamente arraigada en el corazón desde la infancia: como apenas había conocido a su madre, buscó por instinto en la de Dios la protección tierna y amorosa que sólo la mujer puede dispensar al niño; había compuesto en honor suyo algunos himnos y plegarias, y no se dormía jamás sin besar devotamente el escapulario del Carmen que llevaba al cuello.
Palabra del Dia
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