United States or Slovenia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En segundo, que el billete buscaría el soldado medio aquella noche en la fiesta para ponerlo en manos de María; y último y final, que el rescate que se lograra por los demás papeles del honrado Antúnez se dividiría entre los dos, el soldado y el de la hopa, salvo el quinto, que antes de todo debería sacarse en pro y beneficio del gozque Canique, que tanta parte tuvo en aquella buena ocasión.

Pero alto allá: este otro papel es de fresca data, y envuelve otro papel cerrado y sellado con blasones y armerías. Antúnez no se contenta ya con la delgada usura de los aldeanos, y presta también a los grandes señores.

Al cabo de buena pieza no pudo más el soldado, y dijo: ¡Vive Dios! que todo el dinero lo tiene el bueno de Antúnez situado a ganancias, tal es la esterilidad de su bolsa.

Ahora emplead las súplicas y pedid albricias, comenzando por el más rico y concluyendo por el más dadivoso. El perro, que debía haber un mal espíritu en el cuerpo, así como esto oyó, se puso a los pies de aquel Pero Antúnez, usurero honrado, que, como ya se apuntó, prestaba un celemín, y recogía dos fanegas.

Pero en trueque papeles a carga: no queda más remedio... nóminas... listas de préstamos... no resta más senda, Mercado amigo, que aplicarle a este prestamista la receta que mi capitán Francisco de Carvajal le aplicó al susodicho notario romano, el de los 200.000 escudos. O múltese Antúnez, o sus papeles sufrirán el auto de fe más riguroso que ha visto Toledo.

Pero leamos; y en seguida así leyó el soldado: "Mi buen Antúnez, he llegado con órdenes de Su Majestad a la Aljecira en las galeras de Leiva: vuestras cuentas las he aprobado: no por ellas, sino para asunto de importancia quiero estar a recaudo en esa aldea y en vuestra casa, a hurto de todo curioso, por dos o tres días. Ese billete entregadlo, y vuestra vida me responde de vuestra fidelidad.

Con que dime, Mercado, ya que tus ojos linces por medio de tu bien cortada lengua me enteran y dan razón de lo que mi vista menguada no alcanza alrededor suyo, dime, repito, ese que pasó tan mesurado, ¿es el recién venido para completar las dos docenas de cristianos viejos que viven entre esta canalla morisca? , hermano, éste es, Pero Antúnez el viejo.

El buen Antúnez, el usurero honrado, también fué de los entrados de antuvión, buscando medio, si no para hallar el perdido envoltorio, al menos para dar parte de todo a María, y conferir con ella qué artes podrían trazarse para recobrar cosa de tanto interés.

Entretanto que esto pasaba, el de la hopa revolvía una al parecer como bolsa que divisó en el suelo, allí en el mismo sitio donde el usurero Antúnez se atrincheró, encorvándose y encogiéndose para no ser salteado por los tropeles del Canique.