Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 8 de julio de 2025
No es bueno hacer mofa, señor, ¡que si fuera algún ánima ensabanada! ¡Yo tiemblo! Pablillos se retiró, y Ramiro salió a la galería. La piedra, el ambiente, la tierra herbosa del patio, todo se refrigeraba en la clara noche de luna. Ramiro se apoyó en el antepecho y levantó las pupilas. Grandes nubes iluminadas viajaban en el augusto silencio.
A veces la mano del interlocutor se apoyaba sobre el antepecho de la ventana; Ana veía, sin poder remediarlo, unos dedos largos, finos, de cutis blanco, venas azules y uñas pulidas ovaladas y bien cortadas.
¿Qué te ocurre? ¿Quieres que llame? ¿Quieres que vaya a avisar al médico? ¡Salga usted... salga usted! Núñez obedeció al fin. Sin consideración alguna en cuanto traspasó la puerta, Elena dio vuelta a la llave. Luego vino en dos saltos al antepecho y volvió a leer las tres palabras que su marido había escrito con lápiz la noche aciaga en que se apartó de aquellos lugares para siempre.
Lázaro, apoyados los codos en el antepecho de una ventana de su cuarto, y hundido el rostro entre las palmas de las manos, sentía llegar hasta su oído por cima de las enramadas del jardín el rumor sordo y constante que se alza de la villa y corte en las primeras horas de la noche; rumor semejante al ronco y prolongado rugir de una fiera que se estira y se espereza antes de tumbarse a dormir.
¡Qué hermosa estaba la antigua comiquilla! Lo que descubría del traje por cima del antepecho del palco, era un primor.
Por fin abrió el balcón y salió a una pequeña terraza, recostándose de bruces sobre el antepecho de mármol. La noche era caliente y poblada de estrellas. El paisaje severo, erizado, dormía bajo su dosel alargando la sombra inmensa de sus collados. Reynoso abría los ojos sin ver, tendía los oídos sin oír, no viendo ni oyendo más que los latidos de su corazón desgarrado.
Por una de las ventanas de las bohardillas veíase ropa tendida; en obra había dos chicuelos que se entretenían en izar banderas de toallas 23 y servilletas a un asta de caña, que muy bien amarrada en el antepecho estaba. Alrededor de este cuadro revoloteaban pardas palomas que no lejos de allí tenían su vivienda.
Palabra del Dia
Otros Mirando