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Actualizado: 7 de mayo de 2025
Merece más alabanza, sin embargo, el arte con que hace jugar á lo cómico un papel importante en la acción principal.
Mis palabras mueren ya en mis labios; pero tú oyes la voz de mi corazon y sabes cuanto te amo: hasta el pie de mi ataud entonaré por tí cánticos de gloria y de alabanza.
Por fin llegaron al Empíreo, donde según Alfonso el Sabio, habitan los santos, los ángeles, los tronos y las dominaciones, todos ocupados en la perdurable alabanza del Señor.
Los mozalbetes más osados acercaban a ella el rostro con cierta insolencia, pero la belleza bondadosa de aquella cara de María Santísima les imponía admiración y respeto. Las chalequeras no murmuraban ni reían al pasar Ana. ¡Es la Regenta! ¡Qué guapa es! Esto decían ellas y ellos. Era una alabanza espontánea, desinteresada.
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. 2 Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios! 4 De estas cosas me acordaré, y derramaré mi alma sobre mí. Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la Casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, bailando la multitud.
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado; 7 en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia, 8 que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría e prudencia, 12 para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en el Cristo.
Hácia la parte de la sala de los mármoles, en la techumbre se habia hecho una invencion de grande espectáculo á manera de cielo estrellado, que tenia diversas gradas, y en ellas habia diversos bultos de Santos con palmas en las manos, y en lo alto estaba pintado Dios Padre en medio de gran muchedumbre de serafines, y oíanse voces muy buenas, que con diversos instrumentos de música, entonaban muchos villancicos y canciones en honra y alabanza de aquella fiesta.
4 Dios mío, líbrame de la mano del impío, de la mano del perverso y violento. 7 Como prodigio he sido a muchos, y tú mi refugio fuerte. 8 Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. 9 No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. 10 Porque mis enemigos han tratado de mí; y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.
Otra alabanza, no obstante, merece también el libro del señor conde, que yo consignaría aquí aunque no quisiera, ya que la calidad envidiable que en el libro alabo me sirve de fundamento para cuanto voy a decir, y aun para mucho que yo diría y que me callo, receloso de fatigar a los lectores.
15 como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo menos. 16 Pero gracias a Dios que dio la misma solicitud por vosotros en el corazón de Tito. 18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza es en el Evangelio por todas las Iglesias; 21 procurando lo honesto no sólo delante del Señor, sino aun delante de los hombres.
Palabra del Dia
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