United States or Syria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Debo observar que yo no cito aquí á Oliveira Martins como quien cita á un padre de la Iglesia; que en asunto tan difícil como la conciliación de la gracia y del libre albedrío, no le doy autoridad alguna; y que no hago á los jesuítas pelagianos, ó semi-pelagianos, para ponderar lo que valían.

El genio español, añade Oliveira Martins, fué, pues, por la boca elocuente de Lainez y de Salmerón, el defensor de la cultura humana, deteniendo á Europa en la pendiente de una predestinación fatalista

¡Ah! pues entonces repuso el ministro, repito que no corre prisa; y volviéndose en la banqueta y hacia el portugués: Avíseme usted señor don Ambrosio de Castro y Pajares, Almendrugo, Oliveira y Caraballo de Alburquerque y Santarén, en cuanto llegue la hacienda. Dicho esto, volvió Su Excelencia a anudar el roto hilo de su feliz ensueño, donde es fama que soñó que era efectivamente ministro.

Nadie podrá acusar de jesuítico al célebre y malogrado historiador y polígrafo Oliveira Martins, y, sin embargo, en este punto que tocamos ahora, ensalza como nadie á los jesuítas, haciendo que la gloria de ellos y su triunfo en el Concilio de Trento aparezcan acaso como el mayor triunfo y como la más espléndida gloria de la civilización ibérica en el siglo XVI. «Los protestantes, dice Oliveira Martins, no excluyen las buenas obras; pero no es el mérito de ellas el que redime: es únicamente el mérito de Cristo, independiente del hombre.