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No: D. Francisco habría sido así en otra época; pero no pudo eximirse de la influencia de esta segunda mitad del siglo XIX, que casi ha hecho una religión de las materialidades decorosas de la existencia.

De esto procuran muchos eximirse apelando á artículos de diccionario que contiene lo bastante para hablar de todo sin entender de nada; pero la razon y la experiencia manifiestan que semejante método no puede servir sino á formar lo que llamamos eruditos á la violeta.

Vasele cobrando aficion, internase en la voluntad: hazese fuerte, y al fin echa en ella tan hondas raices, que sugeta del todo el alvedrio, faltando brios al dueño para eximirse de su violencia. Hareis una comedia: representarase con aplauso, ó no tendra lugar en el teatro. Si fue bien recibida quien dexará de assegundar? Si halló disfavor, quien no se apercibe para la enmienda, para la mejoria?

Se quedó en un rincón, dispuesto á ser simple espectador; pero algunos pidieron que hablara; Alfonso le empujó hacia la tribuna; el mismo dueño del café se lo suplicó con insistencia, y la mayor parte de la juventud, que formaba el público, le aplaudió, tributándole una ovación anticipada. No pudo eximirse: se resolvió á hablar, subió á la tribuna y empezó.

Pero ¿cómo es que ni el alcázar nuevo, hoy cárcel, que sirvió de residencia al terrible Tribunal del Santo Oficio, ni el campillo del rey saturado de sangre de mártires mozárabes, han hallado á los ojos de los cordobeses gracia suficiente para eximirse de la dura ley del abandono?

Es lo mismo respondió Belarmino, a punto de evaporarse nuevamente y eximirse de las circunstancias en redor suyo . Aludir es el dicho vulgar, el material tosco. Adular es la forma confeccionada. La alusión es siempre una adulación. ¿Te inclinas al dicho vulgar? Sea. ¿En qué te he aludido? Has hablado de Sastrea. Asumo que es algo tocante a mi profesión de sastre.

En el acto primero se describe la locura fingida de Ulises, para eximirse con ella de tomar parte en la guerra de Troya, y después la vida salvaje de cazador, que lleva el joven Aquiles, educado por Chirón en un desierto agreste y montañoso. En el acto segundo Tetis se lleva á Aquiles, disfrazado de doncella, á la corte del rey Nicomedes, en la cual vivirá en lo sucesivo entre mujeres vírgenes.