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Actualizado: 10 de septiembre de 2025
El grueso Polsikov dijo a Kotelnikov en tono de reproche: ¿Por qué no nos tuteamos? Ya que desde hace tantos años trabajamos juntos... ¡No tengo inconveniente! ¡Con mucho gusto! aceptó Kotelnikov. Tan pronto se entregaba de lleno a la alegría de verse, al fin, comprendido y admirado, como sentía el vago temor de que le pegasen.
Me lo ha dicho una compañera, que trabajamos ella y yo en ca el tapicero que ha traído muebles al entresuelo, pa ese señor que ha puesto el cuarto. No fue necesario más.
Así será, pero no hay en él dos pesetas para los clérigos de mi clase, para los que trabajamos de veras. Hay dinero para la Iglesia, pero se lo llevan otros... otros. En la vaguedad de su mirada, en la timidez de su voz, había cierta protesta contra los que vivían en las alturas. Fernando quiso saber cómo se le había ocurrido la idea del viaje. Tengo allá compañeros de seminario.
Si se preocupa del porvenir es para que en lo futuro continúe la imbecilidad del presente.... Ya sabes cómo defino yo al rico de esta tierra, con gran escándalo del vulgo, que me cree loco. «Un señor que pasa su vida haciendo al obrero toda clase de charranadas para llevar mucho dinero á su mujer... y que su mujer se lo dé al jesuíta....» Aún quedan algunos potentados como mi primo que se defienden: pero, créeme: si aquí no viene una revolución, esto será otro Paraguay: aquí todos trabajamos, sin saberlo, para el jesuíta.
Apenas entraron en él los ingleses, un grito resonó unánime, proferido por nuestros marinos: «¡A las bombas!» Todos los que podíamos acudimos a ellas y trabajamos con ardor; pero aquellas máquinas imperfectas desalojaban una cantidad de agua bastante menor que la que entraba. De repente un grito, aún más terrible que el anterior, nos llenó de espanto.
Conviene que tengamos certeza sobre ese punto... Pues bien, señores, hay más. Ella, que pagaba con mucha exactitud las lecciones, se marchó sin satisfacer las del último mes. No le acuso por ello, dijo Campistrón con nobleza; los artistas no somos mercaderes... Trabajamos de buena gana por la gloria... Hago constar solamente el hecho.
El obrero, disgustado por la reprimenda, pero cohibido por el agasajo, repuso humildemente: ¿Y qué le vamos a hacer, señor cura? Trabajamos cobrando al entregar las piezas terminadas, ganando tiempo... el jornal es corto, el pan caro... y cuando menos se piensa nace un chico.
Palabra del Dia
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