Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
La multiplicidad de sonidos no forma la extension, la multiplicidad de sabores ni de olores tampoco: nosotros concebimos multiplicidad de seres de diferentes órdenes así en el mundo material, como en el moral y en el intelectual, sin que se envuelva en esa multiplicidad la idea de extension.
Cada verso estaba dividido en cierto número de compases, á que damos todavia el nombre de pies, y cuya pronunciacion, alternada dentro de tiempos iguales, producía la cadencia que venia á herir el oido periódicamente, cualquiera que fuese la diversidad de los sonidos.
Y se estremecían con una emoción religiosa al oir los sonidos del piano y la voz de Elena. Era como la melodía de un mundo lejanísimo que iba llegando á través de las paredes de madera hasta esta muchedumbre simple de gustos, que en punto á música llevaba varios años sin oir otra que la de las guitarras del boliche.
Tornó don Roque a usar de la palabra, si tal nombre merecía la regurgitación intermitente de una porción de sonidos extraños, bárbaros, lamentables, que infundían tristeza y horror al mismo tiempo, y Marcones pudo colegir entonces que su jefe deseaba que hiciesen una batida por la villa, en busca de los criminales de las Aceñas.
Se ha dicho que los grandes pensamientos salen del corazon; tambien pudiera añadirse que del corazon salen grandes errores, grandes delirios, grandes extravagancias, grandes crímenes. Del corazon sale todo; es un arpa soberbia que despide toda clase de sonidos, desde el horrendo estrépito de las cavernas infernales hasta la mas delicada armonía de las regiones celestes.
Estaba completamente sordo, teniendo que auxiliarse de una trompetilla para recoger algunos sonidos; su inteligencia sufría eclipses, y la memoria se le perdía en ocasiones casi por completo, quedándose en la tristeza del instante presente, sin ayer, sin historia, como si cayera de una nube en mitad de la vida, a la manera de un bólido. Sus distracciones eran ya puramente pueriles.
Siendo este el fin general que los hombres tienen en la locucion, si fuera posible, no debiera haber en el Mundo mas que una lengua; pues así se cumpliría por todo el género humano el destino de su naturaleza: mas habiéndose separado los hombres y formado varios imperios, y con ellos varias lenguas, ha sido preciso que cada nacion estableciese ciertos sonidos articulados, que á su arbitrio significasen las cosas, y sirviesen para entenderse mutuamente los que era preciso que viviesen juntos.
Esta mañana me paseaba por aquel lado, entregado a los más dulces pensamientos que de costumbre, cuando los sonidos lúgubres, distintos y prolongados del acero mortuorio, vinieron a distraerme de mis sueños del pasado. Retrocedí en dirección al pueblo y vi, en el ángulo del camino, un cortejo que avanzaba lentamente, recitando plegarias en voz baja.
Pasaron al salón, donde la señora de Weller, en el centro de un grupo de señoras, estaba haciendo funcionar un admirable fonógrafo que acababa de recibir de América. El aparato era la última palabra del progreso y reproducía exactamente las voces humanas y los sonidos de los instrumentos.
ELSA. No estarán lejos. ENRIQUE. No; pronto oirás los sonidos de sus trompetas, y entonces mi espectro te dejará. ELSA. ¿Por mucho tiempo? ASTOLFO. ¡Es el duque! EL CONDE. ¿Crees? ASTOLFO. ¿Quién puede ser, si no, ese hombre? Sí, es el duque. EL CONDE. Pero esa no es su capa. ASTOLFO. Y, sin embargo, le reconozco: es el duque. EL CONDE. Lo dudo. Es otro, sin duda.
Palabra del Dia
Otros Mirando