Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 30 de septiembre de 2025


Las comidas en los restaurants, que antes eran consideradas como un motivo de rebajamiento, son hoy un gran atractivo.

Actualmente sólo funciona un teatro en San Sebastián. No hay espectáculos. No hay baile. No hay restaurants nocturnos... ni apenas diurnos. Juan Jacobo Rousseau experimentaría un serio disgusto al ver que el Casino va venciendo. Anatole France, en cambio, para quien la civilización es una lucha constante del hombre contra la Naturaleza, sonreiría encantado.

Hay cafés casi cómodos, periódicos casi legibles, tiendas casi buenas, restaurants casi aceptables. Esto último le interesa a Sarrió vivamente. A Azorín debe también de interesarle. Los dos recorren las calles llevados de una curiosidad natural.

Participaba con él de las fiestas del mundo de contrabando, de las partidas de jóvenes, de las carreras, de los almuerzos en los restaurants.

A cualquier punto que el viajero se dirija y cualquiera que sea la direccion de sus excursiones, tiene la seguridad de encontrar cafés, hoteles y restaurants en abundancia.

En Paris apénas existe la familia, y sin esta la sociedad no es posible: los hoteles y los restaurants son los que reunen en su mayor parte á los habitantes de la capital á la hora de la comida: una gran parte de la poblacion de Paris come todo el año fuera de su casa, y careciendo de hogar, santuario de las afecciones, se disuelve en la calle.

Para que su vida fuese aún más alegre y aturdida le placía comer por los cafés y restaurants, como un mancebo disipado. D. Juan fluctuaba entre el gozo de verla contenta y la incomodidad aguda que le producía aquella vida desordenada, tan contraria a sus hábitos y edad. Una tarde, regresando del paseo del Prado, Fernanda estalló repentinamente en sollozos.

«¡Qué ordinario es esto! exclamó, sin poderse contener . Vaya, que me traes a unos sitios... ¡Bah, bah!... ¿No te gusta conocer las costumbres populares? A me encanta el contacto del pueblo... Para otra vez, marquesa, iremos a uno de los buenos restaurants de Madrid... Perdóname por hoy... Tenías carita de hambre atrasada. Esto no es para dijo Isidora con remilgo.

Mario y Carlota no dejaban de aprovechar los momentos que aquél tenía libres para solazarse, unas veces yendo a paseo, otras al teatro, otras, en fin, comiendo en los restaurants. Era tanto lo que se placía el escultor en estos festines matrimoniales que Carlota consentía en ellos de buen grado, aunque no le gustasen por espíritu de orden y economía.

Palabra del Dia

humanizarse

Otros Mirando