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Actualizado: 7 de octubre de 2025
Quién, Cipion? quien tiene la ventura Y el valor nunca visto, que en tí encierras, Pues con ello y con él está segura La victoria y el triunfo destas guerras. El esfuerzo regido con cordura Allana al suelo las mas altas sierras, Y la fuerza feroz de loca mano Aspero vuelve lo que está mas llano: Mas no hay que reprimir á lo que veo.
La aldea había tomado su nombre del palacio, que, rodeado de fincas rústicas, extendía sus dominios por la pujante ladera hasta el espeso ansar ribereño del Salia. Todo el valle era tributario de la casa noble de Luzmela. El palacio rico y el caserío pobre se confundían en una misma cosa: un cuerpo equilibrado y robusto, regido por el alma piadosa del dueño del solar.
En fin, que no bastaban las buenas intenciones si no iban acompañadas de una gran prudencia, de un juicio bien reposado y, sobre todo, de la más completa idoneidad para el alto cargo que se desempeñaba. En cuanto a que el ejército nunca hubiera estado mejor organizado ni regido que en aquella ocasión, «lo negaba en absoluto»...
En las actuales operaciones, como en otras anteriores, se dará el caso de que numeroso Cuerpo de Ejército, regido por un Teniente General, no cuente con Jefe alguno de la categoría marcada para el mando de sus divisiones.
Su primera liga con los Cantones suizos, que le aseguró la independencia, tuvo lugar á mediados del siglo XV, pero su entrada definitiva á la Confederacion no se efectuó sino al principio del XVI. Los sucesos de 1798 produjeron la reforma de las instituciones que les negaban derechos á los paisanos; y, á pesar de la reaccion de 1814, el Canton está regido desde 1834 por una constitucion liberal y democrática, análoga en lo sustancial á las de otros cantones de gobierno popular representativo.
Le llama el pulpito decían en el jardín de la catedral . Siente el fuego de los apóstoles. Tal vez sea un San Bernardo o un Bossuet. ¡Quién sabe adonde irá a parar ese muchacho...! Uno de los estudios que más apasionaban a Gabriel era el de la historia de la catedral y de los príncipes eclesiásticos que la habían regido.
Perdí un hijo, y sólo puedo acordarme de él con remordimiento; me inventé otro, y me lo has quitado. Luego, como si se quejase contra algo superior que había regido sus destinos, añadió: ¡Qué suplicio!
Palabra del Dia
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