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Actualizado: 17 de julio de 2025
Todo ignorancia y superstición: falta de saber leer y escribir. Y firme en sus creencias, con la simplicidad del hombre sencillo que sólo posee dos o tres ideas y no las suelta aunque le conmuevan con los mayores zarandeos, volvía a reanudar la discusión a las pocas horas, no haciendo caso de la cólera del matador.
Recordó un sinnúmero de antiguas é inconfesables amistades que tenía en Barcelona: mujeres que había conocido en otros tiempos, entre dos viajes, sin pasión alguna, por su curiosidad de vagabundo ansioso de novedades. Tal vez una de ellas le había visto en la Rambla, enviándole á esta intermediaria para reanudar viejas relaciones.
Ora no ve á su alrededor más que el torbellino de los copos; ora mira á la derecha ó á la izquierda una cumbre inmóvil que se desprende de la nube y parece que le mira sin odio y sin amor, indiferente á su desesperación. A lo menos, el peatón ve en ella una especie de señal que le permite reanudar la marcha con alguna esperanza; pero todo es inútil.
Por favor, dígamelo así en esquema. Sí, preferiría eso, para poder atribuir su resentimiento a una mala inteligencia; en cambio, ahora ya conozco que su frialdad sólo viene del ningún deseo de reanudar aquella amistad de algunos minutos, cuando nos encontramos aquí hace un año, amistad que sólo en la imaginación mía pudo seguir persistiendo.
No podía ni quería retroceder y charlar de nuevo y reanudar amistades con las mozuelas que antes había tratado, las cuales, ofendidas ya, le darían acaso mil sofiones; ni menos podía intimar, aunque lo desease, con las hidalgas y con las hijas de los labradores ricos, que se preciaban de señoritas y que huirían de ella, así por la humilde posición de su madre como por su ilegítimo nacimiento y por la mala fama que le habían dado en el lugar, y que entre todos sus habitantes cundía.
La impertinente voz de Matilde llamando á su hermana cortó nuestra conversación. Hasta el almuerzo no volvió á salir Enriqueta de su camarote. Mientras duró aquel se habló de distintas cosas, sin que pudiese reanudar la conversación pendiente, pues no bien se sirvió el café se volvieron á la cámara las dos mestizas.
Como todos los que lo son, receló que, si abusaba de la ventaja de reanudar aquellas relaciones amistosas después de tanto tiempo, prolongando mucho el coloquio, no era difícil que en el alma de Rafaela se desbaratase o se disipase el hechizo de la novedad y que el gusto se convirtiese en enfado.
Palabra del Dia
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