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La amenazadora expresión de su ceño, la prominencia de su frente abultada y aquel mirar hosco daban a su cabeza semejanza con la espantable testa del toro jarameño cuando aparece en el circo, y reconoce con su mirar de fuego el ansioso público, y parece que él mismo, antes de empezar la lidia, se espanta de la barbarie que se prepara. La nariz de Nazaria se infló hasta no poder más.

Hullin, Jerónimo, el anciano Materne y el doctor Lorquin se habían sentado alrededor de la labradora para morir juntos. Todos permanecían silenciosos, y los últimos rayos del crepúsculo iluminaban el grupo sombrío. A la derecha, detrás de una prominencia de la peña, se veían brillar, en el fondo del abismo, algunas hogueras de los alemanes.

La especial contextura de aquel infatigable guerrero, su alta y amplísima cavidad torácica; sus anchos y elevados hombros; sus cargadas espaldas; su cráneo característico; su ángulo facial, típico en la casa de Austria; la depresión de la boca; la prominencia de la barba por el descompasado avance de las mandíbulas: todo se apreciaba exactamente, y no en esqueleto, sino vestido de carne y cubierto de una piel cenicienta, ó más bien parda, en que aun se mantenían algunos raros pelos de pestañas, barbas y cejas y del siempre atusado cabello.....

A las tres horas de navegación, aprovechando seis bogas, atracamos en el rústico embarcadero de Pitogo. Este pueblecito se halla situado en una prominencia que domina un extenso y limpio horizonte. Las casas ocupan la estribación de la montaña, esparciéndose hasta la misma playa. Entre esta y las cúspides de la prominencia, se levantan el Tribunal, la iglesia y el convento.

El olor á medida que avanzábamos era más acentuado, notando por último en la misma meseta de la prominencia, ligeros surcos impregnados de los residuos mineralógicos que arrastran las aguas. En el puente de la Princesa dimos un pequeño descanso á los caballos, y tuvimos ocasión de examinar la solidez de su fábrica.

Fue una de las figuras más distinguidas y poderosas del Colegio de cardenales, según parece, y con motivo de la entrada de las tropas italianas en la Ciudad eterna el año 1870, adquirió una extraordinaria prominencia por la parte que tomó en ella.