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Actualizado: 27 de mayo de 2025
Joaquín Orgaz y el Marquesito oían con recogimiento de sectario al maestro. Aquella era palabra de sabiduría. Unas veces las aventuras eran románticas, peligrosas, de audacia y fortuna; las más probaban la flaqueza de la mujer, sea quien sea; otras demostraban la necesidad de prescindir de escrúpulos; muchas el buen éxito de la constancia, de la astucia y de la rapidez en el ataque.
Y las pobres chermanetes, goteando por todos los pliegues de sus vestiduras, avanzaban en aquella atmósfera casi líquida, obscura, tempestuosa, cortada a trechos por el crudo resplandor de los hachones. Los músicos probaban los instrumentos preparándose a soplar la Marcha Real. En el hueco iluminado de la puerta se marcó algo que brillaba sobre las cabezas como un ídolo de oro.
Cuando los testigos desfilaban delante de mí en la sala de audiencia, y todos probaban mi crimen; cuando el fiscal tomó la palabra para acusarme, yo me preguntaba si mi razón me había abandonado, porque todos decían cosas que yo no podía negar ni refutar y, sin embargo, sabía que era inocente.
Pero otra cosa era conquistar a la criada sin que lo supiera el ama. ¿No era Petra muy tentada de la risa? La aventura de la liga y otras de que él tenía noticia ¿no probaban que era muy fácil interesar en su favor a aquella muchacha? Sí. Y dicho y hecho.
En lo más alto del frontispicio había en vez de un escudo, que el señor Páez no tenía, un gran semicírculo de jaspe negro y en medio, en letras de oro, esta elocuente leyenda: 1868, que no indicaba más que la fecha de la construcción ciclópea. En las esquinas del terrado de gran balaustrada que coronaba el castillo, sendas águilas de hierro pintadas de verde probaban a levantar el vuelo.
Tiburcio quiso contradecir a Morsamor en este punto, suponiendo que le había amado también donna Olimpia, y hasta que doña Sol había estado a punto de amarle y tal vez le hubiera amado a insistir él con firmeza en sus pretensiones. Morsamor no aceptó la lisonja. Harto probaban que lo era el frío desdén con que le despidió doña Sol y la traidora fuga de la italiana.
Palabra del Dia
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