United States or Jersey ? Vote for the TOP Country of the Week !


Yo no podía, por lo tanto, creer en el cambio que se había operado en por su virtud. No me burlé solamente de ella, también me reí de mismo... Debería decir a usted cual fue, día por día, hora, por hora, mi obra espantosa; cómo, a su constante, infatigable, divina prédica de amor y su bondad opuse el desprecio, el insulto, la traición. Pero usted sabe todo esto. Y luego, y luego...

Hay algo, sobre todo en el escritor y en el hombre, que lo hacen inconfundible, único: es su valentía moral. Conocer la verdad, es ya, por cierto, un mérito. Decirla sin reticencias ni eufemismos es de suyo admirable. Pero vivirla, uniendo la idea al hecho, la teoría a la práctica, la prédica a la acción es, a no dudarlo, una heroicidad.

Así lo disen papeles que vienen de Madrí... Pero los correligionarios me apresian, y el comité, después de una prédica que sortó don Joselito, ha acordao que siga en el censo del partío.

En la misma mágica gruta donde Apeles consigue este don, y en el momento en que le consigue, aparece una virgen cristiana, la cual, impulsada por una voz intima, va á Palmira á predicar el Evangelio. Sedienta de martirio, le predica con generosa imprudencia, insulta á los dioses gentiles, irrita á la plebe, y la plebe la mata en medio de las calles, á pesar de que Apeles la defiende.

De esa duda salía pensando que la verdad no es siempre la misma, que los contrastes de la vida ponen al hombre en oposición consigo mismo sin que se les pueda imputar mala fe. No, no había mentido al reconocer que la bondad es necesaria: ¿no demostraba, solamente con recordar su prédica del perdón, que la había comprendido?

Sabed, hermanos mios, que predica en esta ciudad de Jerusalen un varon justo llamado Jesus Nazareno: el cual obra muchas maravillas, resucita muertos, sana leprosos, da vista á ciegos, pies á cojos, libre uso de miembros á paralíticos.

Te miro triunfadora como Marte hundir al despotismo con la espada, galopar sobre un rayo de la aurora, y ascender hasta el cielo de la Fama; y, mientras sueña el alma con victorias, predica el evangelio de tu raza que nos enseña a estrangular tiranos y a retar al Destino cara a cara... ¡ vencerás!

Desde hace tres meses se me predica la tranquilidad y la calma, y no he sabido aprovecharme, como veis, de los consejos. ¡Comamos, señor cura! Me quité los guantes y la capa y por uno de esos cambios repentinos, desde algún tiempo frecuentes en mi, me eché a reír y me senté a la mesa alegremente. Conversaremos cuando hayamos comido, mi querido cura, estoy muerta de hambre.

Y después continuó: Gracias al petitorio que yo dirijo, se han reducido dos mil y pico de reales. Tenemos misa con orquesta de capilla, y nos predica el padre Lorenzo de Soto, que es un orador que vale un Perú. ¡Oh! no me le nombre usted dijo Salomé, apartando la cara y poniéndole delante de ella la mano abierta á guisa de pantalla: es un clérigo pervertido, contaminado con las ideas del día.

Todos sus amigos, enamorados de Febe, le echan piropos, y ella predica sobre placeres con éxito favorable y no con el mal con que predicó el cristianismo cuando era Zoe. Febe, no obstante, se aburre en aquella remota población y suspira por Roma.