Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de julio de 2025
Me retiré de la botica triste y afligido. ¿Y si la calumnia aquella, corriendo de boca en boca, llegaba a oídos del señor Fernández? Este me cerraría las puertas de su casa, me negaría el empleo, ordenaría que me vigilasen los demás empleados.... ¿Y si la calumnia llegaba hasta mis tías?... ¡Las pobrecillas se morirían de pena!
Las pobrecillas quisieran verte médico, abogado... ¡pero ya sé, ya sé que las cosas andan malas, como yo me las figuraba! ¿Habló Andrés con Castro Pérez? Mira: yo le veré esta noche. Allí puedes ganarte alguna cosa; poco, poco, porque ya lo sabes, en Villaverde todo es roña; pero ¡algo es algo!
Las pobrecillas siempre afligidas y achacosas.... A toda hora pensando en el sobrinito, en el sobrinito mimado. ¡Quiérelas mucho, Rodolfo! Por tí... ¡hacen milagros!... Pero, ¡qué tengo que decirte, cuando eres tan bueno y tan noblote! ¡Pasa, muchachito, pasa! Decía esto acariciándose e impulsándome hacia adelante, entre la doble hilera de bancas.
»¡Y todo ello porque comían muy despacio, y hablaban mientras comían y mientras descansaban entre servicio y servicio, creyendo las pobrecillas que cuanto más hablaran y más comieran, mejor se acomodaban a mis deseos; y a mí se me figuraba que por comer y por hablar ellas tanto, no corrían las horas lo que debían correr, y correrían indudablemente en cuanto cesaran aquella masticación inacabable y aquella charla insufrible!
Ninguna de las dos, ni la destinada al matrimonio, que era, por tanto, ignorante, ni la consagrada al claustro, que era ya medio doctora, habían entendido la conversación que acabo de referir. Las pobrecillas veían desaparecer un mundo y nacer otro nuevo sin darse cuenta de ello. Era la madrugada cuando las columnas de vanguardia comenzaron a salir de Bailén.
Palabra del Dia
Otros Mirando