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Actualizado: 4 de septiembre de 2025
Era una barca de pesca y tan luego como tomaba el largo se tendía la vela; después, en una mar lenta, plana, blanca al reflejar el sol, como si fuera de estaño, el patrón tendía las redes.
Bebed y comed, que me dáis grande gusto, y tengo de vosotros gran cuidado y providencia; yo he criado la caza y la pesca y cuanto bueno hay para vosotros.» Con estos tres dioses vienen, para cortejarlos, una tropa de demonios, y en señal de respeto y reverencia están en pie. Los indios creen que estas son las ánimas de sus enemigos, con quien tienen guerras y también otras gentes extrañas.
Y su alma de esposa económica temblaba angustiosamente al pensar en los precios extraordinarios que alcanza la pesca en un puerto de exportación. La vida en aquella casa, donde todo marchaba acompasadamente, sufría graves perturbaciones con la presencia del médico.
M. Baude lo explica perfectamente en un importante trabajo sobre la pesca que ha dado á luz. Es el pez, entre todos los seres, el más susceptible de propagarse ayudado por una pequeña cantidad de alimento, bastando muy poco, casi nada para sustentarlo.
En el curso de un año, la playa cambiaba de vecinos; los laúdes ya reparados se hacían a la mar y las embarcaciones de pesca eran armadas y lanzadas al agua; sólo una barca abandonada y sin arboladura permanecía enclavada en la arena, triste, solitaria, sin otra compañía que la del carabinero que se sentaba a su sombra.
Recibiéronnos bien, y estuvimos con ellos todo el dia, y el siguiente partimos, y nos acompañaron con diez canoas, cuyos indios cazaban fieras, y pescaban dos veces al dia, y nos agasajaban con la caza y pesca. A los nueve dias de camino, llegamos á los indios Acarés, y hallamos juntos muchos.
A la multitud de estos leones ó lobos marinos atribuyeron la escasez de pesca en este puerto: pues aunque tendieron varias veces la red los marineros, solamente pescaron un pes gallo, y algunas anchovas y calamares.
Otro día, el dueño del boliche vino á contarle el descubrimiento hecho por unos españoles que, al verse faltos de trabajo, se dedicaban á la pesca. Dos leguas más abajo del pueblo habían pasado á una isla fangosa rodeada de cañaverales, con la esperanza de apoderarse de algunas truchas procedentes del lejano lago de Nahuel Huapi.
Sapongan, en el extremo NE. de la isla, provincia de Surigao, está á bastante altura sobre el nivel del mar, profunda y abundante en pesca, desemboca por el río Tubay al E. de la ensenada de Butuan, tiene 8 millas de N. á S. y 4 de E. á O. El lago Linao en el interior, próximo al seno de Davao, en el curso del río Butuan, siendo muy poco conocido.
Todo lo restante de la costa está seco y árido, que no se vé un árbol, ni hay donde se pueda hacer leña gruesa: de algunos matorrales se puede hacer algun poco en la bahia de San Julian, en donde se hallará tambien mucha pesca y abundancia de sal.
Palabra del Dia
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