United States or Belize ? Vote for the TOP Country of the Week !


Total, que ya le estaba echando el ojo á otra casa, no de corredor, sino de buena vecindad, casi nueva, bien acondicionada para inquilinos modestos, y que si no rentaba más que un tres y medio á todo tirar en cambio su administración y cobranza no darían las jaquecas de la cansada finca dominguera.

Nuestra amistad había principiado desde el día que encontramos a Burton Blair muriéndose de hambre y vagando por los caminos, y nos unimos para costear, con nuestros modestos recursos, su educación y la pusimos en una escuela de Bournemouth para que se acabara de perfeccionar.

Jamás asistieron a lidia de toros, ni después de las ocho de la noche se les encontró barriendo con los hábitos las aceras de la ciudad. ¡Vamos! ¡Cuando yo digo que sus reverencias eran unos benditos! Eran dos frailes de poco meollo, de ninguna enjundia, modestos y de austeras costumbres; como quien dice, dos frailes de misa y olla, y pare usted de contar.

En cambio en las escuelas públicas de aquel pueblo, según los datos oficiales que tenemos á la vista, solo lo entendían 13 niños de los 60 que á ellos asistían, y ninguna niña de las 50 que se calcula concurren á aquellos modestos templos de la lengua ... bicol.

Es claro que esta mera circunstancia las hacia aparecer cristianas, puesto que todas las mujeres entre los sarracenos, casadas, solteras y viudas, llevaban tapado el rostro con solos los ojos descubiertos. En la Galia Narbonense, menos modestos, solian los clérigos cubrirse de púrpura, distintivo de los magistrados.

La piqueta abrió cimientos, el martillo golpeó la piedra, la paleta mezcló argamasas y ... las antiguas costumbres representadas por la clásica chaqueta blanca y el ligero sombrero de Burias, temblaron en los modestos aparadores de sus tradiciones y de su dilatada historia.

Recordaba mi pueblo, mi pueblo querido, cuyos alegres habitantes celebraban a porfía con bailes, cantos y modestos banquetes la Nochebuena.

Entreteníala Urquiola con las minuciosidades de la vida de cada Padre, enumerando sus méritos: uno había viajado por países salvajes; otro sabía seis idiomas; el de más allá tocaba el violín como un ángel ¡y todos tan modestos, durmiendo en celdas pobres de una pulcra curiosidad, dejando por las noches en una bolsa, colgando de la puerta, las ropas y los zapatos que limpiaban los fámulos, y vestiéndose al romper el día, para emprender su santa obra!... Vivían con cierto desahogo, pero por ninguna parte se veían las riquezas de que hablaban los impíos. ¡Y todos humildes y amables, olvidados por completo de su brillante pasado, y eso que los había entre ellos que habían sido grandes en el mundo!

Esta mañana las cartas de París no eran muchas: una del establecimiento que había vendido en diez plazos el último automóvil de la marquesa, y sólo llevaba cobrados dos de ellos; varias de otros proveedores también de la marquesa establecidos en cercanías de la plaza Vendôme, y de comerciantes más modestos que facilitaban á crédito los artículos necesarios para la manutención y amplio bienestar del matrimonio y su servidumbre.

Sus padres eran obreros modestos. Una tarde llegaron á la ciudad varios artistas de aquellos que á mediados del siglo XVIII llevaban á través de Europa, y sobre una carreta, la alegría pícara de sus almas ingraves.