United States or Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


, y ocurrió una cosa particular. ¿No es cierto? De modo que vos, señor Macey, es probable que os acordéis de ese matrimonio dijo el tabernero en tono halagador.

Y, sin embargo, arrienda la propiedad barata, porque es lo que se llama un bien de fundación. ; hay pocas personas que sepan tan exactamente como vos cómo se volvió esa tierra un bien de fundación, ¿no es cierto, señor Macey? dijo el carnicero.

¡Ah! pero el señor Macey y vos son dos cosas muy distintas dijo Ben Winthrop . El señor tiene un don natural. Mirad, el squire tenía la costumbre de invitarlo a tomar una copa solamente para oírle cantar el «Corsario rojo»; ¿no es cierto, señor Macey? Es un don natural. Si su amiguito Aarón tiene también un don natural, puede cantaros un aire cualquiera sin vacilar, como una alondra.

Esta especie de franqueza inflexible era la forma de broma más picante ante los ojos de la sociedad del Arco Iris, y el insulto de Ben Winthrop fue considerado por todos como superior al epigrama del señor Macey.

Pero vos sabíais bien lo que estaba pasando, ¿verdad, señor Macey? ¿Vos no hacíais oídos sordos, no es cierto? dijo el carnicero.

El señor Macey contrajo los labios, inclinó más todavía la cabeza hacia un costado y sus pulgares se pusieron a girar con un movimiento rápido, mientras que sus ojos seguían a Godfrey a través del baile. Por último resumió su opinión: Es bastante bien hacia abajo; pero sus espaldas son demasiado redondas.

No me preocupa de saber si las mujeres son bien formadas dijo el señor Macey con cierto desprecio . No llevan casaca ni pantalón, de modo que no es posible juzgar sus formas. Papá dijo Aarón, cuyos pies estaban ocupados en tamborilear el compás de la música , ¿cómo se sostiene esa pluma tan larga en la cabeza de la señora Crackenthorp? ¿Tendrá un agujerito para meterla como en mi volante?

Cállate, niño, cállate. Así es como se visten las damas, en verdad respondió el padre, que agregó, sin embargo, a media voz, dirigiéndose al señor Macey . La verdad es que eso le da un aspecto singular. Casi se parece a una botella de cuello corto con una gran pluma adentro. Ahí tenéis, a la fe mía, al joven squire que comienza a bailar con la señorita Nancy. Esa que está a vuestro gusto.

Dirigid vuestras preguntas a los que han ido a la escuela de Tarley: han aprendido la buena pronunciación: eso se ha puesto de moda hace poco tiempo. Si es a a quien aludís, señor Macey dijo el chantre suplente con expresión de meticulosa urbanidad , responderé que no soy hombre que hable cuando no debo. Como dice el salmo: Yo lo que es justo; eso no basta, Practico también lo que .

No había que dudarlo, porque el señor Macey agregaba que, en lo que le concernía personalmente, sus facultades nunca habían sido más lúcidas.