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Que llega el vencimiento y no hay con qué recoger el testimonio de la deuda. ¿Hay razones que lo justifiquen? ¿El apuro es honrado también? Pues, señor, no he de llevar al pobre hombre a la cárcel, ni le he de malvender la hacienda para cobrarme. O hay buena fe, o no la hay. ¿La hay? Se da una prórroga de dos, de tres meses... o más, si se necesita.

Entrarémos en algunos detalles que justifiquen esta asercion....

Y si bien este ataque viene de quien, primero que atreverse á manchar honras agenas, no le hubiera estado del todo mal lavar la suya, con todo eso, el mejor abogado de Cieza es su crónica, y hasta que se conozca y se publique, á ser posible, como yo lo he hecho con la GUERRA DE QUITO, acompañada con documentos coetáneos que la justifiquen, la fama del primero de los historiadores del Perú no quedará completamente limpia.

Hasta ahora nadie ha puesto en duda el mérito eminente de este libro; siendo esto tanto mas de extrañar, cuanto una gran parte de él nos ha venido de manos de un pueblo, cuya cultura no alcanzó ni con mucho á la de otros pueblos de la antigüedad. ¿Ofrece la dicha sociedad algunos otros títulos que justifiquen sus pretensiones?

Las tres primeras, de Argensola, de que pronto hablaremos, sólo merecerían, sin duda, su aprobación porque están escritas en el estilo dramático más antiguo, que él mismo había seguido largo tiempo; por lo menos, en La Isabela y en La Alexandra no se hallan otros méritos, que justifiquen tan exageradas alabanzas como les prodiga.

Discúlpanla, ya que no la justifiquen del todo, la condición etérea y volátil del pensamiento y cierta preocupación amarga o picante que a todos nos estimula en el día. De ella puede afirmarse lo que afirmaba Lope, no del estro o tábano, sino de otra más ruin y aborrecible bestezuela: Como los celos eres, Que picas y te vas por donde quieres.

Ahora bien, yo creo, o mejor dicho, yo doy por seguro que, en virtud de mi ciencia y por los poderes que mi ciencia me otorga, puedo conceder o dar un papel brillante a quien mejor me parezca, aunque no ciegamente, sino después de ciertas pruebas y examen que justifiquen mi elección y que me demuestren a las claras ser digno de ella el elegido.