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Actualizado: 19 de junio de 2025
El joyero lo advirtió perfectamente, pero no le dijo nada porque le conocía. Lo que hizo fué enviar la cuenta de las alhajas robadas a la Amparo. Esta se apresuró a pagarlas y vino en persona a rogarle que no divulgase el hecho. Pronto se persuadió el público de que, a pesar de los pareceres encontrados de los médicos, la locura del duque era evidente.
Sinang varias veces castañeteó y su madre no la pellizcó, quizás porque estuviese abismada ó porque juzgase que un joyero como Simoun no iba á tratar de ganar cinco pesos más ó menos por una exclamacion más ó menos indiscreta. Todos miraban las piedras, ninguno manifestaba el menor deseo de tocarlas, tenían miedo. La curiosidad estaba embotada por la sorpresa.
4 Habitaciones de los ministros del culto y sirvientes de la Mezquita; sobre las de la derecha estaba el pasadizo que por medio de un puente comunicaba con el Alcazar. 5 Recinto donde se armopor orden de Al-hakem la Maksurah antigua. 6 Tribuna desde donde se hacia la alicama ó pregon interior convocando á la azala. Debajo de ella estaba el tesoro ó joyero. 7 Puesto del Califa.
El joven estaba atontado; miraba al joyero con ojos donde se pintaba el terror, sintió que sus estremidades se enfriaban y mil confusas ideas cruzaban por su mente; veía las calles ensangrentadas, oía el tiroteo, se encontraba entre muertos y heridos y ¡singular fuerza de la aficion! se veía á sí mismo con su blusa de operador cortando piernas y estrayendo balas.
Para Plácido, todo idioma hablado en Filipinas por los europeos, que no sea español, tiene que ser inglés: además pescó nuestro joven la palabra Hong Kong. ¡Si el joyero Simoun pudiese recomendarle á aquel estrangero que debe partir para Hong Kong! Plácido se detuvo. Conocía al joyero por haber estado en su pueblo vendiendo alhajas.
Quiroga encontraba aquella ocasion la más propicia para emplear los fusiles y cartuchos que tenía en su almacen, de la manera como el joyero había indicado: era de esperar que en los días sucesivos se operasen requisas y entonces ¡cuántos presos, cuanta gente acoquinada no daría todas sus economías!
Palabra del Dia
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