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Actualizado: 21 de marzo de 2025
La hermosura de la joven, su distinción innegable, su modo de vestir, sencillo y honesto, hicieron en la noble dama profunda impresión. «En cuanto al parecido continuó esta , nada tengo que decir, porque si alguno hay, es puramente casual... Me hará usted un favor en retirarse». Tiró de la campanilla, y se alejó serenamente sin prisa y sin cólera, como nos alejamos después de aplastar un insecto.
Es innegable, además, que posee un admirable talento para cortar con una sola palabra, ya el desarrollo de cualquiera teoría que esté en pugna con el modo de pensar del auditorio, ya toda discusión que tienda a hacerse pesada.
En cuanto a mis reclamaciones, pasado mañana las presento fundadas en los datos que aquel me dé, legalizadas en debida forma; y como será una cosa clara y de justicia innegable pues sólo en este caso haré valer mis derechos, al tercer día se juzga el caso y soy dueño de lo mío.
¿Es verdad que en este Hombre se cumpliesen las antiguas profecías? Es innegable: leyendo algunas de ellas parece que uno está leyendo la historia evangélica. ¿Dió algunas pruebas de la divinidad de su mision? Hizo milagros en abundancia; y cuanto él profetizó, ó se ha cumplido exactamente, ó se va cumpliendo con puntualidad asombrosa. ¿Cuál fué su vida?
Le parecía que era el adecuado complemento de aquella otra tendencia que sentía a enrojecer las de los caballeros con sus proverbiales bofetadas. Ambas inclinaciones acusaban su temperamento heroico y daban testimonio innegable de su procedencia del arma de caballería.
Se hallaría la ciencia ruda é ignorante, muda la retórica y la poesía balbuciente. Tanto minora siempre, aun á lo más excelso, la comparación con lo sumo. Y no obstante la innegable verdad de este principio, yo me atrevo, señor, á llamar grande lo que os ofrezco.
Al contrario; la pintura de caracteres, el arte, por lo menos, de crear personajes accesorios, concretos y con vida individual y propia, aislados da los principales, y las proporciones poéticas de todos los elementos de la composición, alcanzan con los años mayor é innegable maestría. A la segunda clase pertenecen las obras de la edad adulta de Calderón, próximamente de 1635 á 1660.
La abundancia de palabras de Calderón y su elocuencia casi inagotable en estos discursos, nos causa cierta extrañeza, y es innegable que sería de desear que se las aligerase de tanta profusión; sin embargo, conviene recordar lo que dijimos antes, á propósito de la manera con que se recitan estas narraciones por los actores españoles.
En el primero no tenemos preocupación ninguna, no abrigamos el más pequeño error; cuando decimos con orgullo que el hombre es el ser más perfecto, la hechura más acabada de la creación, sólo añadimos a las verdades reconocidas otra verdad más innegable todavía. Hacemos muy bien en tener vanidad.
Pero dejemos á ese pueblo, verdadero advenedizo en tierra extraña, y harto opuesto á los indígenas por su religión y su lengua para formar nunca con ellos, un todo orgánico, y volvamos á tratar de los pobladores de las montañas, que permanecieron independientes, y fueron innegable germen de la nación española posterior.
Palabra del Dia
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