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Actualizado: 4 de junio de 2025
Las familias acomodadas del campo, cuando oían hablar de hombres sabios, pensaban inmediatamente en el notario de Valencia. Le veían con religiosa admiración calarse las gafas para leer de corrido la escritura de venta ó el contrato dotal que sus amanuenses acababan de redactar.
Inmediatamente dí al olvido mis padecimientos, pues me encontraba en Moxos, blanco de mis afanes, y al dia siguiente, despues de haber remado toda la noche vogando rio abajo, desembarcamos en Trinidad, capital de la provincia.
Inmediatamente quedó un espacio franco al través de la turba de espectadores. Precedida del alguacil, y acompañada de una comitiva de hombres de duro semblante y de mujeres de rostro nada compasivo, Ester Prynne se adelantó al sitio fijado para su castigo.
Y desde entonces, encariñado con su idea, no oía ópera alguna, sin encontrar en los ojos pintados de los cantantes y en sus movimientos perezosos, algo que le recordaba á su joven ingeniero. Sanabre no tardó en apoderarse del afecto de su principal. Aquel hombre de pocas palabras era comprendido inmediatamente por el joven.
Cuando se decidía por una falda corta que apenas le llegaba á las rodillas, inventaba inmediatamente, á guisa de compensación, unas mangas muy largas y un cuello que subía hasta sus orejas.
Recibió Amaury la carta en el momento de disponerse a salir de su casa, y lo hizo inmediatamente para satisfacer los deseos de un anciano por quien sentía un respeto rayano en veneración, a cambio de un afecto casi paternal. Mucho le agradezco dijo el conde al verle la diligencia que ha puesto en el cumplimiento de mis deseos.
Siempre me han llamado mucho la atencion el estrépito de las conversaciones alemanas y la extraordinaria facilidad con que, al juntarse dos ó mas desconocidos, entablan diálogo inmediatamente, como si fuesen viejos amigos.
Los heridos que descendían de los coches apoyándose en palos y muletas le inspiraban un sentimiento de lástima humillante para ellos. ¡Desgraciados!... No tenían la suerte de su hijo. A éste no había quien lo matase, y cuando por casualidad recibía una herida, sus vestigios se borraban inmediatamente, sin detrimento de la gallardía de su persona.
Sin detenerse un instante mandó embarcar los pocos soldados que llevaba, y á las dos de la mañana llegó á acabar de pasar aquel rio caudaloso, é inmediatamente fué en busca de los enemigos, que favorecidos de la obscuridad de la noche, se habian retirado á mayor distancia.
Casi tropezó en la puerta con el contratista, que entraba saludando desde lejos á la «señora marquesa». Estrechó su mano y desapareció inmediatamente. Elena no quiso ocultar la cólera que le había producido esta visita inoportuna, y recibió al italiano con visible mal humor.
Palabra del Dia
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