Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 26 de julio de 2025


Le venían ganas atroces de gritar a los oradores: «¡Burros, pollinoscomo acostumbraba a hacer en el Saloncillo, o de fulminar contra ellos uno de esos sarcasmos feroces que levantan roncha. «Aquellas payasadas» le habían revuelto la bilis. No era milagro. Ya conocemos la gran virtud de segregación que el hígado del ex marino poseía.

23 de tal manera que la saeta traspasó su hígado; como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida. 24 Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las razones de mi boca. 25 No se aparte a sus caminos tu corazón; no yerres en sus veredas. 26 Porque a muchos ha hecho caer muertos; y todos los fuertes han sido muertos por ella.

El hígado me tiene desde ayer molesto y «achicopalado». Ven, charlaremos, y te enseñaré algo que te gustará mucho; unos exámetros que forjé anoche contra esos «sabios» de «La Sombra» y de «La Voz». «Ya sabes cuánto te quiere este tu maestro y amigo Román López». Me dió mala espina la esquelita de mi señor maestro. Desde luego pensé que iba yo a tratar con un hombre de mal carácter.

Respecto á la hepatitis, el dolor es nulo ó casi nulo en la inspiracion, y este dolor, la opresion y la incomodidad en la region precordial, manifiestan más el carácter nervioso de esta inflamacion, que no la afeccion de la cara convexa. La manzanilla, en fin, conviene esencialmente en la hepatitis de los niños, en los que el parénquima del hígado se afecta muy poco.

Si no salía honrada e cumplida, como era menester, no la poníamos en la lonja por todo el oro de las Indias. ¡Ah, cuando estaba yo por rematar una hoja e sacábala por última vez de las ascuas, color de hígado, y le untaba la riñonada para ponella a enfriar punta arriba, me temblaba el corazón, señor hidalgo! Ramiro observó de reojo a su interlocutor.

Esparcidos por el recinto, unos sentados, otros de hinojos, estaban: el maestro de escuela, que era un joven rubio afeminado, con traje de labrador en día de fiesta; el escribano del lugar, que trabajaba toda la semana en Lada y venía los sábados por la tarde a pasar el domingo con su familia; rostro enjuto, nariz aguileña, aspecto de raposo; cierto caballero llamado D. Jaime, hijo del pueblo, que había llegado recientemente de América: color de aceituna, ojos pequeños y hundidos, enfermo del hígado, de cuarenta y cinco a cincuenta años de edad; el sacristán y otras dos o tres personas, que por su aspecto representaban la transición entre el labrador y el caballero.

Hoy no me sales de casa. Ea, ya estoy yo en funciones con mis disciplinas... Y desde mañana me vuelves a tomar el aceite de hígado de bacalao. Vete a tu cuarto y quítate las botas. Hoy no me pisas la calle. Dios sabe lo que iba a contestar el acusado. Quedó suelta en el aire la primera palabra, porque llegó una visita.

Candiyú vive en la costa del Paraná, desde hace treinta años; y si su hígado es aún capaz de combinar cualquier cosa después del último ataque de fiebre, en diciembre pasado, debe vivir todavía unos meses más. Pasa ahora los días sentado en su catre de varas, con el sombrero puesto.

Cantaba antes muy bien y tiene un hermano que goza fama de ser el mejor menestral de los alrededores. ¡Ah! es muy sensible que Salomón no viva en nuestro pueblo, y que no pueda tocar alguna pieza cuando lo deseamos, ¿no es cierto, señor Macey? Le daría hígado y bofes de ternera gratis, palabra de honor.

Lo mismo decimos de las hepatitis ó de la ictericia con dolor en el hígado, de ciertas afecciones del corazon relacionadas con las hemorróides, y aun de estas mismas con la hipocondría. Una de las propiedades mas especiales del oro es la de dirigirse á la atonía de las membranas musculares.

Palabra del Dia

hilaban

Otros Mirando