Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de julio de 2025


Cuando descubrió en el confesonario del Magistral un alma hermana, un espíritu supra-vetustense capaz de llevarla por un camino de flores y de estrellas a la región luciente de la virtud, también creyó Ana que el hallazgo se lo debía a Dios, y como aviso celestial pensaba aprovecharlo.

Hoy sus palabras y su conducta parecen anunciar á la vez el hallazgo.

El amor aleja de allí á Leonido, á causa del peligro que le amenaza; pero antes de separarse de la joven que habita en la gruta, cambian ambos dos alhajas que llevan desde sus primeros años, y que son exactamente iguales, llenándolos de sorpresa este hallazgo. La escena inmediata es otra vez en Trinacria.

Al mismo tiempo la hermandad Limosna de la luz pensó que su bienhechora influencia podía hacer algo mejor que poner velas en los altares, regalar casullas o vender ropa barata para el culto: podía ¡oh admirable hallazgo! ¡oh inspiración divina! regalar almas al Señor.

La escena inmediata nos ofrece á Alfonso y á Raquel, que se divierten pescando en el Tajo. Conciertan que los pescados que saque el Rey sean para Raquel, y los de ella para el Rey. Alfonso pesca la cabeza de un niño muerto, y Raquel una rama de oliva, por cuyo hallazgo retornan al palacio llenos de sombríos presentimientos.

Una cosa es el juicio callado que formamos por el esfuerzo único de la propia observación, y otra muy distinta ese mismo juicio cuando le vemos confirmado a voces por los demás. Sin ser un verdadero hallazgo entonces, parécenos de doblada consistencia; y esto le presta cierto color de novedad.

Pero él fanatizado por lo que oía decir de fortunas rápidas y colosales, quería la suya de una pieza, de un golpe, no ganada ni conquistada a pulso, sino adquirida por arte igual al hallazgo de la mina de oro o del sepultado tesoro de diamantes. En los días a que nuestra historia se refiere, andaba Melchor algo desanimado, y grandísima confusión reinaba en su espíritu.

Pero nada, lo de siempre; bastó que la muchacha opusiera la resistencia que el fingido pudor exigía, para que él, seguro de vencer, enfriara, cejase en su descabellado propósito, contentándose con pequeños favores y con el conocimiento exacto de la hermosura que ya no había de poseer. Y de una en otra vino a declarar el hallazgo de la liga, aunque sin decir que había sido de su mujer.

También les dijo que sería bien que él fuese delante a buscarle y darle la respuesta de su señora, que ya sería ella bastante a sacarle de aquel lugar, sin que ellos se pusiesen en tanto trabajo. Parecióles bien lo que Sancho Panza decía, y así, determinaron de aguardarle hasta que volviese con las nuevas del hallazgo de su amo.

No fue esto un hallazgo, en todo el rigor de la palabra, para su hija, que ya barruntaba algo de ello por las últimas cartas de la marquesa y la propia observación en las dos visitas que la había hecho en el colegio.

Palabra del Dia

gallardísimo

Otros Mirando