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Actualizado: 7 de junio de 2025
Para Juan era una fiesta ir a pasar los domingos y los días festivos en el antiguo hotel de los Aubry de Chanzelles, situado en la calle Vaugirard, frente al jardín del Luxemburgo. Pero el principal atractivo que encontraba allí, era la presencia de los niños de Aubry, Jaime y María Teresa.
Estos días festivos, considerados en su conjunto, vienen á ser una repetición anual del más elevado drama, y todas las partes del todo, todas las fiestas aisladas pueden llamarse otros tantos actos, cada uno de los cuales intenta representar vivamente una acción especial, sacada de las Santas Escrituras.
En los días festivos acostumbraba el pueblo reunirse cerca de las iglesias, levantar tiendas con ramas de árboles, y celebrar alegres banquetes . Como las fiestas paganas coincidían frecuentemente con las cristianas, la piedad se mostró en éstas como en aquéllas, y la alegría, libre de trabas, penetró en iglesias y pórticos, entregándose á danzas, bufonadas y cánticos profanos.
Los días festivos dedicábalos íntegros á la lectura de novelas sentimentales. Por estas razones y por algunas otras análogas, se consideraba la mujer más sensible del distrito. Octavio poseía varias propensiones ó cualidades de su madre, entre ellas la afición á las flores y á la lectura.
Este domingo, haciendo una plática el padre Matias Strobl, se dió principio por nuestros misioneros á la novena de San Francisco Javier, escogiéndole de parecer comun, por patron del viage. Asistian todos al santo sacrificio de la misa, que se decia una todos los dias cuando el tiempo lo permitia, y en los dias festivos dos.
Desgraciadamente, en esta casita de la calle de Moreno, en cuyo umbral se había sentado Pampa, no se veía tras los visillos más que la figura acartonada de misia Casilda, en las tardes de los días festivos... La calle, con ser central y la hora temprana, estaba desierta; el frío era crudísimo.
Inmediatamente la vecina emitió otra muchísimo más luminosa, y es que los días no festivos el café estaba más tranquilo y agradable. Naturalmente, Mario al oír esto cayó en un verdadero espasmo de admiración, y asintió frenéticamente, no sólo con la boca, sino también con los ojos, con el cuello, con las manos, con todos los componentes de su organismo en suma.
Y con esto queda demostrado que el «no» es mucho más difícil que el «sí» de las niñas... Son muchas las personas aficionadas a intervenir en el arreglo y combinación de las bodas. En lenguaje clásico se les llama casamenteras y han servido muchas veces de tópico a la musa irónica de los escritores festivos.
Cuántas veces en los días festivos, solíamos atravesar el río Hudson e internarnos en las hermosas arboledas de las Palisades o recorríamos las avenidas del Parque Central, y allí transcurrían insensiblemente las horas, bajo la influencia de su palabra sana y amena que hacía olvidar el bullicio de la metrópoli.
Los gremios expresan allí en los días festivos que no son insensibles al encanto misterioso de la Naturaleza ni ajenos a las dulces emociones del campo.
Palabra del Dia
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