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Hágame el favor, compadre, de ponerme delante de usted, porque como no soy muy alto, podrá usted ver por encima de mi cabeza, y, ¡Dios me salve! estos espectáculos son desgraciadamente tan raros, que entre cristianos hay que ayudarse en la vía de salvación. EL HOMBRE DEL PUEBLO. Pase, pues, señor, y no me olvide en sus oraciones.

Por lo que hace á Toledo, ella ha sido siempre el punto de reunion de todas las gentes no cortesanas que gustan de los grandes espectáculos religiosos y de la contemplacion de monumentos en todo el territorio de la Nueva Castilla.

»Echaba usted de menos una compañera con quien compartir el arrobamiento que le produce la contemplación de los magníficos espectáculos que la Naturaleza le ofrece a cada instante... ¿No me es a más necesario un amigo que confunda sus lágrimas con las mías? Yo tengo, , ese amigo; pero me separan de él la distancia y sus propios pesares, que lo alejan de más que la distancia...

Nada de espanto ni de ese profundo sobrecogimiento que causan los espectáculos de una grave intensidad; nada de bullicio en el alma tampoco, como el que se levanta ante un cuadro de las llanuras lombardas. Una sensación armoniosa, la impresión de la belleza pura.

El salon de Santa Cecilia, situado en el Boulevard, es uno de los mejores así como el de Barthelemy y Vauxhall. En materia de espectáculos de todo género, Paris sobrepuja á todas las capitales de Europa, inclusa Lóndres: sabido es que los franceses aman lo ligero sobre todas las cosas. Mas tarde hablaré del Paris moral.

El aspecto de las gentes es siempre sombrio, á causa de sus vestidos, de una tinta pardo-amarillenta en lo general. Las construcciones carecen de gracia, sin la elegancia de lo sencillo ni la seduccion de lo pintoresco. El pueblo divide solo su atencion, en materia de espectáculos, entre la iglesia y la plaza de toros; es decir, dos misticismos, el de la fe tradicional y el del peligro.

Nada importa que nuestras convicciones políticas nos inclinen á censurar ó aplaudir á los hombres que rigen los destinos de la patria; nada importa que militemos en tal ó cual partido: en momentos como este y en presencia de espectáculos tan hermosos, solo podemos y debemos sentirnos cubanos.

El espíritu se desenvuelve con el trato, con la lectura, con los viajes, con la presencia de grandes espectáculos; no tanto por lo que recibe de fuera, como por lo que descubre dentro de . ¿Qué le importa el haber olvidado lo visto ú oido ó leído, si se mantiene viva la facultad que el afortunado encuentro le revelara? el fuego prendió, arde sin extinguirse, poco importa que se haya perdido la tea.

Y hay que convenir en que, a pesar de las escenas sangrientas de la Revolución y las cabezas cortadas durante el Terror, no nos horripilan estos espectáculos, en los cuales las víctimas aparecen engalanadas con gracia ligera y voluptuosa, empolvadas y vestidas de sedas claras. Estos espectros nos conmueven, pero no nos espantan.

Porque Campistrón no se limita á colocar en las provincias á las desechadas de los teatros de París, sino que se encarga también de proporcionar á los dueños de casa espectáculos á la medida, comedias, revistas, óperas cómicas y, en general, todo lo que se necesita para montar una reunión en pocas horas.