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Actualizado: 11 de noviembre de 2025
Apretando las primeras que llegaron a chocar con la suya se dirigió desde luego a la señora de la casa, con voz cascada que ayudaba mucho al efecto cómico, diciendo: Perdone usted, Clementina, si llego con un poco de retraso. Viniendo acá me cogió por su cuenta Perales, ya sabe usted ¡Perales!, no tengo más que decir.
14 No oigáis las palabras de los profetas que os hablan, diciendo: No serviréis al rey de Babilonia; porque os profetizan mentira. 15 Porque yo no los envié, dice el SE
Clotilde, apurando el agua, miró con precaución en torno, y bajando cuanto pudo la voz, preguntó: ¿Estamos solas? Sí. Entonces, dominada por uno de esos impulsos misteriosos que hacen pensar a dos almas en una misma cosa al mismo tiempo, atrajo a Julia hacia sí, diciendo con acento de súplica: ¿Aún me guardas rencor?
Por otra parte, estaba la señora Ladbrook, que de cofia y con un turbante en la mano hacía una reverencia y sonreía con dulzura, diciendo: «De ningún modo; yo esperaré»; a otra dama que se hallaba en la misma posición que ella y que atentamente le ofrecía la precedencia frente al espejo. Pero apenas la señorita Nancy hizo su reverencia, una dama de cierta edad se adelantó.
»Lo que el doctor estaba diciendo a su hija, era lo mismo que yo quería pedirle. ¡Oh! Siempre aquel hombre había de anticipárseme en todo. »Pronunció algunas palabras más en voz baja; se levantó y yo no pude contener mi asombro al verle dirigirse en derechura hacia mí. Me había visto y me había conocido.
22 Entonces Félix, oídas estas cosas, les puso dilación, diciendo: Al estar más informado de este camino, cuando descendiere el tribuno Lisias acabaré de conocer de vuestro negocio. 23 Y mandó al centurión que Pablo fuese guardado, y aliviado de las prisiones; y que no vedase a ninguno de los suyos servirle, o venir a él.
15 Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho. 16 Y sea el tal hombre como las ciudades que asoló el SE
Pacheco lo refiere diciendo, que cuando era muchacho, «tenía cohechado un aldeanillo, aprendiz que le servía de modelo en diversas acciones y posturas, ya llorando, ya riendo sin dificultad alguna. E hizo por él muchas cabezas de carbón y realce en papel azul, y de otros muchos naturales, con que granjeó la certeza en el retratar» .
16 Y será que, si cuidadosamente aprendieren los caminos de mi pueblo, para jurar en mi Nombre, [diciendo]: Vive SE
2 Y jurarás, [diciendo], Vive el SE
Palabra del Dia
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