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Actualizado: 31 de mayo de 2025


Depuesto Hescham, fue elegido califa su wazir Gehwar-ben-Mohammad, hombre de talento, de severas costumbres, de tanta resolucion como prudencia, de mucho menos celo por su gloria que por la causa de su patria. Gehwar-ben-Mohammad conocia perfectamente la situacion de Córdoba: sabia que su papel de reina habia concluido, y que podia aspirar cuando mas á salvarse del furor de la anarquía.

Abrigaba la certidumbre de que Soledad, á solas consigo misma y así que tropezase con las primeras consecuencias de la miseria y desamparo en que había quedado, reflexionaría sobre su falta, se arrepentiría de ella y, depuesto todo orgullo, vendría humillada á pedir que la admitiese de nuevo en su casa.

En las actas del Ilustrísimo Cabildo resulta, que en el celebrado en 10 de diciembre de 1677 se dió cuenta de que D. Manuel Secanilla diputado del Reino, habia hablado al arcediano de Santa Maria que era el presidente, manifestándole los deseos que los diputados tenian de fabricar una capilla en el templo del Salvador bajo la invocacion de SANTA ISABEL y llegándose ya al señalamiento depuesto, el cabildo designó la capilla de San Pedro, colateral al altar mayor, dando comision para tratar del asunto á los Sres.

Pero los jueces de paz y los de la cabecera no se atrevían á darle la razon, temiendo la cesantía, escarmetados en la cabeza de uno que fué inmediatamente depuesto. Y no eran malos por cierto aquellos jueces, eran hombres concienzudos, morales, buenos ciudadanos, excelentes padres de familia, buenos hijos... y sabían considerar la situacion del pobre Tales mejor de lo que el mismo Tales podía.

Andando el tiempo, el río había depuesto su sedimento de riquezas sobre esta playa, pero muy poco del espíritu español, del Gobierno español. La actividad del comercio había traído el espíritu y las ideas generales de Europa; los buques que frecuentaban sus aguas traían libros de todas partes y noticia de todos los acontecimientos políticos del mundo.

Todavía, escudado por su humildad, trató don Paco de ocultar que estaba ya satisfecho, que había depuesto su enojo y que sus recelos se habían disipado. Con menos seriedad, sonriendo y entre veras y burlas, dijo; Me fío de ti; conozco que hablas con el corazón. No, no piensas en engañarme; pero, sin duda, misma te engañas.

Palabra del Dia

rigoleto

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