Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
EVARISTA. ¿Y qué dudas tienes tú para... Dudas... cosas que una no sabe y quiere saber... EVARISTA. ¡Qué tontería! ¿Y qué asunto tan grave es ese sobre el cual necesitas consulta, consejo...? EVARISTA. ¿Qué? dímelo. Ea, ya es intolerable tanta puerilidad.
Entró la noche, llegó la hora de la cena, y tía Pepilla vino en busca mía. Muchacho: ¿qué tienes? ¿estás enfermo? Tocóme en la frente y en las mejillas para ver si tenía yo calentura, y acariciándome dulcemente prosiguió: ¿Qué te pasa? Dímelo, muchacho, dímelo.... No hay en tu rostro la serenidad de siempre.
Respecto a lo que me dices de esa muchacha inglesa que es tu novia, no creo que se haya dirigido a ella; pero si tú ves que la importuna, dímelo a mí: yo le llamaré a Machín y le diré algo importante. Me despedí del médico, que iba a entrar en una casa de la carretera, y me volví al pueblo. No las tenía todas conmigo. Cuando llegué a casa de Recalde, se abría la puerta. Esperé un poco.
Dímelo todo, todo, Juan. ¿Estaba hermosa? Dicen que lo es. ¿Ha crecido mucho? ¿La hubieras reconocido?... ¿Vendrá, Juan? Acaso ha estado ya aquí; quizá... Se había puesto de pie, excitada, trémula y miraba hacia la puerta de entrada. Acaso esté aquí ahora. ¿Por qué no hablas, Juan? ¡Por Dios! Explícate.
Por vez primera condenaba su conciencia los medios que iba pronto a emplear su astucia. Cristeta le seguía mirando con todo el poderoso encanto del amor sincero. Anda... Juan... ¡dímelo!
Palabra del Dia
Otros Mirando