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Actualizado: 4 de noviembre de 2025
Si en el plazo de veinticuatro horas no consigue usted ver al Rey continué posando mi mano sobre su rodilla, eso significará que el Rey habrá muerto y que usted deberá proclamar al heredero de la corona. ¿Sabe usted quién es? La princesa Flavia.
Nada consigue distraerle de su ocupación; con su aguda mirada atraviesa el agua profunda; ve relucir como imperceptible reflejo la aleta del pez que pasa, distingue la marcha del pequeño gusanillo sobre el cieno; en ciertos estremecimientos del agua adivina al pez oculto bajo las hierbas acuáticas; interroga á la vez á las olas y los remolinos, las estrías de la corriente y las ráfagas de viento.
¡Tiemble el hombre que consigue la mano de una mujer, si al mismo tiempo no obtiene por completo todo el amor de su corazón!
Una educación continua puede desbaratar esas toscas naturalezas, y cuando al afecto de la madre sucede la solicitud de un compañero que consigue que haga algún trabajo grosero el pobre inocente, éste se desarrolla poco á poco y acaba por llevar en la cara algo como reflejo de inteligencia.
Con que es necio, porque no consigue el fin de la publicacion de sus alabanzas, es á saber, que los demas le crean; y lo es tambien, porque está tan poseido del amor propio, que le hace creer, que es un modelo de perfeccion, y no le dexa conocer su flaqueza. No obstante es cosa comunísima alabarse á sí mismos los Escritores de los libros.
Muley, por el agradecimiento que le debe, y cuyo amor á la princesa Fénix está enlazado con el argumento del drama, hace cuanto puede para libertarlo, pero no lo consigue. Al fin llega la noticia que el rey Eduardo de Portugal ha dispuesto en su lecho de muerte que Ceuta sea entregada al punto, para rescatar al Infante del cautiverio.
Si esto se consigue, la industria florecerá en un corto periodo de años, de lo contrarío, resurgirá muy lentamente, si la influencia del extranjero no la ahoga en su nacimiento. Ultima memoria de las casas de don Fernando Colón
Mariquita León quiere ser, y casi lo consigue, el prototipo de la rica hembra de nuestros tiempos, no hidalga de alto linaje ni señora de siervos del terruño y de fortalezas y castillos, sino democrática labradora, que ella misma ordeña sus vacas, hace los quesos y se emplea en otras domésticas faenas y rústicos menesteres.
Cuando se consigue eso, la solución es fácil. Se arreglan las cartas en el orden que estuvieron cuando fueron escritas, y tomando una letra de cada carta sucesiva, se deletrea el enigma, leyendo hasta abajo una columna tras otra y pasando por alto las letras colocadas en el lugar de los espacios. ¡Ah! exclamé ansiosamente. ¡Cuánto deseo conocer la clave!
¡Ah, madre! ¡cómo no lo he de amar, después de todo lo que ha hecho por nosotros! Es precisamente porque se ha conducido como un hijo admirable, que te pongo en guardia contra una inclinación que no es tal vez amor, sino un gran, un vivo reconocimiento; porque, desgraciadamente, no es cumpliendo su deber, como un hombre consigue atraerse el amor de una joven.
Palabra del Dia
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