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Actualizado: 29 de junio de 2025
Mal podían avenirse con el Corán las sentencias y los versos del Gulistán, de Sadí y los voluptuosos madrigales de Hafiz que él titulaba Gacelas. Todavía, por último, se corrompieron más las creencias y las costumbres con un misticismo que después se puso de moda, merced a muy eminentes escritores. Era el tal misticismo todo lo contrario de ascético.
El ser que nos ocupa es franco, decidor, leal, caballero; participa de las buenas cualidades del mundo y el recogimiento ascético de la celda. Es, y esta es su principal cualidad, español por excelencia, y todas sus tendencias, lo mismo las que desarrolla en la plática, como en el púlpito, como en el hogar, tienden á la consolidación y bienestar de la colonia.
Las muchachas, conversando en voz natural, recostadas en el trineo, recobraron su anterior tranquilidad. ¿A dónde voy a llevar a ustedes? dijo tranquilamente el incógnito sujeto. Hubo, entre ellas, una rápida consulta, y por fin, Catalina dijo con decisión: Al Instituto Crammer. Ascendieron en silencio la cuesta hasta que el largo y ascético edificio se destacó ante ellas.
En sus versos era casi siempre religioso y moral; ya ascético, ya místico, sin mezcla de molinosismos; pero en prosa, como si ya en los versos hubiese gastado toda la poesía de su alma, era de lo más prosaico y realista que puede imaginarse. De esta disonancia entre su palabra rítmica y su palabra desatada del ritmo resultaba una extraña contradicción.
Menéndez Pelayo, que ha tratado magistralmente cuanto se refiere a nuestros escritores didácticos de bellas artes, dice, después de copiar más extensamente aquellos párrafos: «Este profundo sentido religioso, o más bien ascético que hace de Pacheco en la teoría un predecesor del espiritualismo de Owerbeck, le mueve a quitar todo valor propio a la pintura considerándola sólo como una manera de oratoria que se encamina a persuadir al pueblo... y llévalo a abrazar alguna cosa conveniente a la religión».
CUESTA. Amigo Pantoja, Dios le guarde. ¿Vamos bien? Viviendo, amigo, que es como decir: esperando. CUESTA. Esperando mejor vida... PANTOJA. Padeciendo en ésta todo lo que el Señor disponga para hacernos dignos de la otra. CUESTA. ¿Y de salud? PANTOJA. Mal y bien. Mal, porque me afligen desazones y achaques; bien, porque me agrada el dolor, y el sufrimiento me regocija. CUESTA. Ascético estáis.
Pero aquello pasó; dilatáronse los músculos del semblante del fraile, un momento contraídos, se dulcificó la expresión de su boca, que durante un momento había reflejado una amargura infinita, y su mirada se heló; dejó de ser la mirada mundana de un hombre combatido por fuertes pasiones, para convertirse en la mirada reposada, tranquila de un religioso ascético.
Toda religion es en sus principios misteriosa y sombría: señala con la mano el cielo y hace olvidar la tierra; preocupa con la idea de una vida futura el entendimiento y arroja al hombre en el mas ascético estoicismo.
Palabra del Dia
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