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Actualizado: 20 de junio de 2025
Como la ciudad es puerto franco y el centro de la red de comunicaciones que mantienen los vapores ingleses entre Hispano-Colombia, las Antillas é Inglaterra, hay siempre en la bahía un número considerable de paquebotes, de buques mercantes y de fragatas ó corbetas de guerra, con grandes depósitos de carbon de piedra.
Había pasado su vida en continua lucha con la marina real inglesa, burlando la persecución de los cruceros en su famoso bergantín repleto de carne negra, que transportaba desde la costa de Guinea a las Antillas. Audaz y de una frialdad inalterable, jamás le vieron oscilar sus marineros. Contábanse de él cosas horripilantes.
Aquella mujer comía tanto, tanto...que solo puedo comparar su glotonería á la sed de brandy de su compatriota mareada. Otro tipo femenino bien curioso era el de una Inglesa de la sangre caliente, fenomenal, que no se daba por notificada de sus sesenta inviernos. Habia naufragado recientemente en las Antillas, y referia el episodio terrible con una frescura singular.
Desde antes que Luciano fuese a militar en la Perla de las Antillas, desde la infancia casi, o sin casi, Luciano y Esperanza eran novios; estaban dulcemente encadenados por el florido lazo de los más castos y delicados amores. En la novela Nieve y cieno, cuyo autor es el Sr.
La historia de su raza es la de las grandes degollaciones de su país; en sus antepasados, tal vez no haya uno durante tres siglos después de la conquista de las Antillas, que no haya sido brutalmente degollado por algún civilizador; sin embargo, no conservan ningún rencor, y su honrada bondad se armoniza con su límpido cielo, sus tierras tan fecundas, y sus arroyos con inmarcesibles y encantadoras riberas.
En Islandia la «última Thule» de los antiguos le enseñaron trozos de caoba que la corriente ecuatorial había arrastrado desde las Antillas. En las costas de Noruega admiró la fecundidad formidable del mar viendo los arenques en marcha. De su refugio en las tenebrosas profundidades subían á la superficie, agitados por la primavera, deseosos de tomar su parte en la alegría del universo.
Por ASA SMITH. Traducido del inglés y adaptado al uso de las Escuelas de la América del Sur, las Antillas y Méjico, con Adiciones, por TEMÍSTOCLES PAREDES. La nueva edición está adornada con más de 100 grabados, 18 mapas y un cuadro cromo-litográfico de las banderas de todas las Naciones. La obra ha sido enteramente refundida y arreglada por varios profesores.
No es de olvidar que los restos mortales del insigne marinero fueron embarcados é hicieron todavía dos viajes atravesando el Atlántico y el mar de las Antillas.
La reina de las Antillas, muchos millones de duros y lo mejor de nuestros barcos de guerra habían quedado en poder de los ingleses. D. Fadrique no se descorazonó con tan trágico principio. Era hombre poco dado á melancolías. Era optimista y no quejumbroso. Además, todos los bienes de la casa los había de heredar el mayorazgo, y él ansiaba adquirir honra, dinero y posición.
Palabra del Dia
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