United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


De la existencia de las primeras atestigua el maestro Juan de Malara, el cual describiendo las bellezas del mudejar palacio, dice entre otras cosas: «La talla de las puertas, las labores moriscas, los jardínes que están entre la huerta de el Alcoba y los aposentos nuevos con grandes y espaciosos miradores, «las leoneras que solía auer en tiempo de los Reyes Católicos etc ...» Y que no fué solamente en el Alcázar donde aquellos monarcas tuvieron sus predilectas fieras, compruébase por el siguiente documento, curioso por más de un concepto: Muy honorables señores: Juan de Merlo alcayde del castillo de triana me encomiendo en vuestra merçed a la qual plega saber: quiero que sepan que El aljama e judios desta çibdad «acostumbraron siempre» dar para mantenimiento de los leones que los Reyes nuestros señores en esta çibdad tenían cinco mill maravedises de cada año.

El juez superior de la aljama de Córdoba, Ab-du-r-rahman Ibn Tarif, anuncia al pueblo el doloroso acaecimiento desde el mismo mimbar que estaba dispuesto para el glorioso príncipe, y salen las turbas de la mezquita esclamando: ¡Duerme el Amir en la sombra de la paz! Allah le sonreirá en la hora de las cuentas porque guerreó en su camino.

Con la parte añadida por Almanzor formaba la mezquita Aljama un gran cuadrilátero rectángulo de seiscientos cuarenta y dos piés de longitud de norte á sur, y cuatrocientos setenta y dos de anchura de oriente á poniente , encerrado en cuatro gruesos muros almenados, fortalecidos con torres albarranas cuadrangulares, en considerable número, y de distintos cuerpos, disminuyendo segun su elevacion.

Diríase que la ereccion de la aljama principal es el único negocio que ocupa á la corte del naciente Califato. No hay en el alcázar dependencia que no intervenga en la gran novedad que se inaugura, ni en la poblacion industria que no reciba impulso.

No busquemos, pues, en la suntuosa Aljama recuerdos de la grandeza de los sultanes despues de los tiempos de persecucion y de escándalo, de lucha y de encono, que personifican Abde-r-rahman y Mohammad, hasta que llegue el dia en que el primer Califa cordobés ponga el complemento al proyecto gigantesco del primer Amir.

«En el año 354 se terminó la obra de la cubba que coronaba el mihrab en la parte de la mezquita que añadió Al-hakem. Fué esto en la luna de chumada postrera.» «En el mismo año se comenzó á colocar el sofeysafá en la mezquita Aljama de Córdoba.

En él se elevará la magestuosa cúpula bizantina, que protegerá la tranquilidad del hijo de los Califas durante sus oraciones . Cerrarán esta incomparable aljama cuatro altos y gruesos muros fortalecidos con torreones, cuya solidez desafiará á la de las insignes obras romanas de Africa y España, y cuyas endentadas almenas traerán á la memoria nuestras lejanas conquistas .

»El cuerpo de la aljama aventajará por lo sorprendente de su perspectiva á la famosa mezquita de Amrú y á la santa casa de Jerusalem , porque sus once naves estarán cruzadas en ángulo recto por treinta y tres mas angostas: todas sostenidas en ricas columnas de mármoles variados, que al que las mire le representarán la imágen de una lucida hueste en simétrica formacion y belicosa apostura.

Entre las cosas particulares de esta fiesta se refiere, que á su regreso en la calle de Predicadores, la Aljama de los judíos le aguardaba con un riquísimo tabernáculo, en el cual habia tres graciosas torres, diversos sacerdotes y músicas, y que por hacerles merced el Rey, se detuvo un rato.

Dejemos á un historiador árabe , cuya autorizada voz suena hoy por primera vez en nuestro idioma vulgar, referir la meritoria reforma de este Sultan. «Lo primero que hizo Al-hakem, luego que sucedió en el Califato, fué ocuparse en aumentar y hermosear la mezquita Aljama de Córdoba.