Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de noviembre de 2025


Menos que en parte alguna se marcan en él las metamorfosis que el paso del tiempo produce. Vemos siempre en el bosque los mismos árboles, las mismas floraciones, los mismos cantos de las tiernas avecillas y esto nos da la ilusión de un alto de ensueño, de una suspensión en el vuelo rápido de los días.

Así pensaba yo y así me atormentaba al penetrar cada vez más en la mente de Lucía y al recelar que en la dirección que yo había dado al vuelo de su espíritu, había acaso falta de tino.

Los caballeros van y vienen por la ancha acera y miran con mayor o menor descaro a las damas sentadas junto al mostrador. Con un ojo en las novedades de la estación y con otro en la calle, regatean los precios, y cazan lisonjas y señas al vuelo. Los mancebos son casi todos catalanes; pero pronuncian el castellano con suficiente corrección. Son amables, guapos casi todos.

Tan sólo Paco Luján, inclinado sobre su pupitre, aunque sin ocuparse mucho del libro que tenía delante, limitábase a seguir a veces con la vista el vuelo de las palomas mensajeras, sonriendo benévolamente, pero sin tomar parte en el clandestino entretenimiento.

Las que se acercaban paso a paso eran seis u ocho palomas pardas, con reflejos irisados en el cuello; lindísimas, gordas. Venían muy confiadas meneando el cuerpo como las chulas, picoteando en el suelo lo que encontraban, y eran tan mansas, que llegaron sin asustarse hasta muy cerca de las señoras. De pronto levantaron el vuelo y se plantaron en el tejado.

Sus obras dramáticas son pocas en número, si se tiene en cuenta la fecundidad de otros poetas dramáticos españoles, no pasando al parecer de ocho comedias . Nótase en ellas la flexibilidad y movilidad de su talento, pero no ese vuelo de las ideas y de la imaginación, distintivo peculiar de los grandes poetas: divierten, pero no arrebatan.

He de saber cómo es Dios, cómo es el alma humana, de dónde salimos las plumas y á dónde volvemos, después de dar nuestro último vuelo e el viaje de la existencia.» Y así transcurrió un lapso de tiempo indeterminable, y ni se veía el fin de la Ciencia, ni la sed de saber encontraba donde saciarse por completo.

Entonces llegué a esta conclusión: «No es el espíritu lo que vale, es la cola». Y me sentía tan atormentado como si tuviera tres campanas echadas a vuelo en mi cabeza cuando pasamos a la sacristía, y se comenzó a firmar. ¿Pero para qué sirven tantas palabras? Vosotros no podéis imaginaros lo que pasa en el espíritu de un hombre inteligente.

Los leñadores y carboneros que trabajaban por la parte de Vernel y los pescadores del río Lande, suspendían momentáneamente sus tareas para dirigirse interrogadoras miradas; pues aunque el sonido de las campanas de la abadía era tan familiar y conocido por aquellos contornos como el canto de las alondras ó la charla de las urracas en setos y bardales, los repiques tenían sus horas fijas, y aquella tarde la de nona había sonado ya y faltaba no poco para la oración. ¿Qué suceso extraordinario lanzaba á vuelo, tan á deshora, la campana mayor de la abadía?

Entre los que han estudiado por principios una ciencia, y los que, por decirlo así, han cogido sus nociones al vuelo, en enciclopedias y diccionarios, hay siempre una diferencia que no se escapa á un ojo ejercitado.

Palabra del Dia

aquietaron

Otros Mirando