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Actualizado: 17 de junio de 2025
Su Majestad entra bailando, haciendo graciosas cabriolas y volteretas, cual si hubiera perdido el juicio ó empinado el codo. En las puertas de todas las casas, pucheros, palanganas, barreños llenos de agua reflejan las locuras del Rey de los astros, y los dibujos que la juguetona luz hace en el líquido espejo son representaciones más ó menos claras del destino individual.
En los animados corrillos todo era risas, chacota, correr de aquí para allá. Las muchachas saltaban; los mozos corrían en su persecución; los chiquillos, vestidos de harapos, daban volteretas, y sólo los asnos se mantenían graves y reflexivos en medio de tanta inquietud y algarabía.
El perro, más exaltado o con menos miedo al ridículo, se lanzó a la calle expresando su entusiasmo por medio de ladridos y saltos prodigiosos, ahora parándose bajo el chorro y dejándose bañar, ahora brincando sobre él, ahora dando un millón de volteretas y haciendo cómicas contorsiones, sin cesar nunca de exhalar el frenesí de su entusiasmo en ladridos más o menos correctos e inspirados, que de esto no entiendo.
Que si Nolo te coge con un dedo te manda dando volteretas por encima de aquel monte que allí ves y se llama Peña-Mea. ¡Lo veremos! profirió el minero con voz ronca. Sí, te veremos por el aire y te verán los paisanos del concejo de Aller cuando allá caigas replicó la traviesa zagala con la misma risa burlona. Joyana se acercó á su compañero y le habló unas palabras al oído.
Con aquel cambio de impresiones placenteras, fácilmente se transportaba el espíritu de la buena señora al séptimo cielo, donde se le aparecían risueños horizontes; pero no tardaba en caer en la realidad, sintiendo el vacío por la falta de su compañera de trabajos. En vano la volandera imaginación de Obdulia quería llevársela, cogida por los cabellos, a dar volteretas en la región de lo ideal.
Mi buena y queridísima amiga: debo comenzar por pedirte dos veces perdón: primero por haber lanzado a los cuatro vientos de la publicidad tu sabrosa carta desde «Los Carpinchos», contando con singular donaire expresivo tus cuitas, las volteretas de vuestra fortuna, tu excelente conformidad, el brío emprendedor de Ricardo en la estancia y sus esperanzas y las tuyas en un próximo y brillante porvenir.
Palabra del Dia
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