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Resonaban bajo el paso de los raros visitantes con ecos melancólicos que hacían volar á los pájaros lo mismo que flechas, esparciendo enjambres de insectos bajo el ramaje y carreras de reptiles entre los troncos.

Durante las ceremonias fúnebres, Miguel Fedor volvió á encontrarse con muchos antiguos visitantes del palacio Lubimoff que él creía muertos. Doña Mercedes le abrazó llorando. Estaba extraordinariamente obesa, con la indiánica tez aclarada por una blancura jugosa y monacal. Parecía la superiora de un noble convento de canonesas.

Los viejos profesores del establecimiento y los visitantes, que eran siempre personas graves, se sentían inquietos ante su cabellera de un rubio subido, igual á la llama de una antorcha, y la fijeza algo insolente y dominadora de sus ojos claros. Los hombres se ruborizaban sin saber por qué, apartando la mirada, como si no pudieran resistir el encuentro de sus pupilas.

Algunos trabajan espontáneamente en fabricar curiosidades de mano que venden á los visitantes de la ciudad; pero todos gozan de las ventajas de la comunidad y del aislamiento al mismo tiempo, y son tan dichosos cuanto su situacion física se lo permite.

Una corriente de entusiasmo parecía envolver a los tres visitantes. La fiebre de ganancia que les dominaba por las noches al hablar de negocios volvía a reaparecer. Ahora, Tónica ya no encontraba tan insignificante a don Ramón y hasta creía ver en él cierta aureola de hombre de genio. El papel de estraza que contenía las privaciones y esperanzas de las dos mujeres quedó sobre la mesa.

No, señor, y es lástima contestó Luna con igual seriedad . Pero ya la encontrará usted en otra catedral. Aquí no podemos tenerlo todo. En la Sala Capitular, mezcla de arquitectura árabe y gótica, admiraban los visitantes la doble fila de arzobispos toledanos pintados en la pared con mitras y báculos de oro.

Era la casa toda de los visitantes, por no estar en ella entonces sus dueños, que eran como de la familia de Juan Pedro, al anochecer, salía de caza, porque era el tiempo de la de los conejos, por allí abundantísimos.