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Actualizado: 3 de junio de 2025
A la siete de la noche fueron llegando los convidados: primero, las divinidades menores, pequeños empleados, gefes de negociado, comerciantes, etc, con los saludos más ceremoniosos y los aires más graves, al principio, como si fueran recien aprendidos: tanta luz, tanta cortina y tanto cristal imponían algo.
Mi finado tío explicaba todo esto con tanta claridad, que daba gusto oírle.
La farsa, dicha con tanta seriedad y conviccion, se imponía poco á poco, de tal suerte que cuando la caja pasó, ninguno se atrevió á respirar.
Concedía a la duquesa tanta libertad para lo pequeño como se reservaba él para lo grande. Continuaba siendo aquel hombre cortés, solícito y tierno que su pobre mujer adoraba hasta en sus faltas. El se informaba de su salud con una atención casi filial.
Si no la hubiese abrasado en su celestial afecto y empezado a otorgar favores tan gratos como inmerecidos, nunca le hubiera venido a la cabeza idea tan disparatada. No, no pedía tanta gracia, tanto consuelo; le bastaba con lo que Jesús se dignase darle, con algunas migajitas de su amor inmortal.
Doña María, desde su trono, me interpeló pomposísimamente de esta manera: Pero, Sr. D. Gabriel, que oigamos todos esas maravillas que está usted contando con tanta vehemencia, con tanto ardor.
Batiste quiso alcanzarle, pero con tanta precipitación, que fué él quien, dando un paso en falso, cayó cuan largo era en el fondo de la acequia.
La mesa era para doce cubiertos: ocupó un extremo María de la Paz, teniendo á su derecha á Salomé y á su izquierda á Elías, mientras la devota estaba erigida á la derecha de su prima. Al joven le pusieron enfrente, á tanta distancia del grupo principal, que para alcanzar su ración tenía que descoyuntarse los brazos.
¡Ah! Mauricio, hemos sido muy atrevidos ocultando la verdad á mi tía ...¡Acaso hubiera sido mejor decírselo todo! ¿Para que un cuarto de hora después me hubiera puesto en la puerta y me hubiera impedido volverte á ver? Es posible que yo la hubiera enternecido con mis súplicas y mis lágrimas. Me quiere verdaderamente y hubiera dudado antes de causarme tanta pena....
Los pasillos son anchos, hay tanta luz como si estuviéramos en medio del dia, y todos los contornos exteriores de la escena suponen un interior brillante. La impresion decae en este sentido, y decae mucho.
Palabra del Dia
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