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Actualizado: 11 de mayo de 2025
Como homenage digno a su genio, se le encomendó después el acueducto, y merced a su fama hubo de construir la célebre mina de Daroca, la fuente de Celadas y últimamente la Catedral de Albarracin, donde murió en 1567: el jornal de Bedel en los días que trabajaba era el de diez sueldos: pago harto mezquino a tanto mérito.
Todo lo encontró mal; revolvió expedientes, descubrió abusos, sacudió polvo, amenazó con suspender sueldos, negó todo lo que pudo, preparó dos o tres castigos, para varios párrocos de aldea y por fin dijo, ya en la puerta, que «no daba un cuarto» para una suscripción de los marineros náufragos de Palomares.
En vez de recoger el sueldo, como ella me suplicaba y como esperaba la señorita del balcon, la dí dos sueldos y proseguí mi marcha, aparentando que no habia comprendido. Ignoro qué impresion haria en mis espectadoras mi rebeldía caballeresca; pero ello es que yo caminaba tan ufano como si hubiera hecho una conquista.
En este concepto, me parece que podrian ahorrarse los sueldos y gratificaciones de estas partidas, mandándolas retirar á esa, donde, cuando las cosas estuviesen corrientes, podrian formarse de nuevo en pocos dias, y despacharse á sus destinos á los que llegarian antes del tiempo preciso, para acopiar las mulas y demas necesario á la demarcacion.
En otro tiempo convoqué cuatro sabios, diles buenos sueldos; redactaban un periódico lleno de ciencia y de utilidad, el cual no pudo sostenerse medio año; ni un cristiano se subscribió; nadie lo leía: puedo decir que fue un secreto que todo el mundo me guardó. Pues ahora con eso que usted ve, estoy mejor que quiero, y sin costarme tanto.
Hallé á la señorita Helouin sola en el castillo. Le llevaba un trimestre de su pensión; pues si bien por mis funciones soy, en general, completamente extraño al orden y disciplina interiores de la casa, las señoras han deseado, sin duda por miramientos á la señorita Carolina y á mí, que sus sueldos y los míos sean excepcionalmente pagados por mí mismo.
Mas en lugar de ocuparse en tan importante asunto, y dar á la renta la estension que debe tener para su fomento, no hace mucho se la recargó con nuevos empleados y sueldos, elevándola á un rango en sus gastos que jamás tuvo, y que aun no era necesario los tuviese.
Estas y otras muchas reflexiones, las cuales no expongo todas, por ser siempre mucho más lo que callo que lo que digo, me movieron a ser periodista; pero no como quiera periodista, atenido a sueldos y voluntades ajenas, sino periodista por mí y ante mí. Dicho y hecho, concibamos el plan.
Mas se le cargan catorce libras seis sueldos y dos mrs. lo que fueron estimadas las ropas de que vsava en las Carceles dha. Thereza que se mandaron entregar á los dhos.
Don Eleazar se ha portado bien conmigo; me ha pagado religiosamente mis sueldos y ha tenido el buen gusto de no imponerme de sus negocios. ¿Y qué va usted a hacer? No lo sé, pero mañana lo sabré. Desde luego disponga usted de mi cuarto: ¡tenemos que separarnos!
Palabra del Dia
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