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Actualizado: 1 de junio de 2025
Sacrifican así, esos espíritus escogidos, una gloria seria y permanente, por una gloria inconsistente y del momento. Cané principió por dejarse seducir por el diarismo político y derrochó un espléndido talento en escribir artículos de combate que, deslumbradores fuegos de artificio, vivieron lo que viven las rosas, el espacio de unas horas. ¿Quién se acuerda hoy de ellos?
Cualquiera que sólo hubiese leído estos dramas de Lope, no dudaría en formar de su talento para la composición dramática la idea más favorable, puesto que plan y caracteres se sacrifican con demasiada frecuencia al afán de ofrecer nuevas y sorprendentes situaciones, y á la propensión á lo sobrenatural y monstruoso.
La raza colombiana es raza de literatos, de sabios, de profundos conocedores del idioma: allí la literatura es un culto verdadero, y no se sacrifican en su altar sino producciones castizas, pulidas, perfectas casi.
Sí me entiende usted, pero hablaré más claro. ¿No es usted otro libelo infamatorio con lengua y pies que viera yo cortados de los muchos que sacrifican la honra del Magistral? Pues si don Santos le maldice porque le roba los parroquianos de su tienda de quincalla, usted le aborrecerá por lo de la usura; ¿quién es tu enemigo? Poco a poco, señor Ripamilán, que se me sube el humo a las narices.
Usted es demasiado bueno para vivir entre esta gente... y le sacrifican como un cordero... ¡Si fuera yo!... ¿Cree usted que no me apena verle a usted humillado, verle pisoteado por esos peleles que no sirven para limpiarle los zapatos?... ¿No es triste que otro recoja el premio de sus afanes?... A usted no le importará nada, padre, pero yo no podré, sin que me arda toda la sangre del cuerpo, verle a usted de excusador, de simple ayudante de ese... de ese farfantón.
Y dejando los sendas tortuosas por donde caminan y abandonando los altares de las Furias donde ahora sacrifican, los artistas futuros marcharán al cabo por la vía de la moderación, signo de la fuerza, á depositar los frutos de su ingenio á los pies de las Gracias. ¡Feliz yo si el cielo me concede larga vida para ver, aunque sea de lejos, la tierra prometida!
Y sin oponerme a los planes de nadie, ni levantar yo planes por mí mismo, me he quedado en el silencio, significando con él que no se debe poner mano sobre la paz y la vida de un pueblo sino con un espíritu de generosidad, casi divino, en que los que se sacrifican por él, garanticen de antemano, con actos y palabras, el explícito intento de poner la tierra que se liberta en manos de sus hijos, en vez de poner como harán los malvados, sus propias manos, en ella, so capa de triunfadores.
Los autores que, como Giacomini, tan solo han reconocido, la accion hipostenizante en la cantárida, sacrifican una parte de las propiedades del medicamento y atribuyen los efectos de escitacion nerviosa y sanguínea, es decir, los efectos dinámicos de la primera impresion, á una accion mecánica y química, que, aunque verdadera en la vesicacion que produce, es impotente para esplicar los efectos de escitacion especial, tales como fiebre, espasmos y flogosis, que tambien se desenvuelven por las dósis débiles de la cantárida, tomada al interior, sin acompañamiento de efectos mecánicos.
Se apoderan de una comedia española, exprimen los materiales que la constituyen, arrancan de ella con el mayor esmero sus galas poéticas, sacrifican al ídolo de las tres unidades la verdad y la verosimilitud, el fuego y la vida de la exposición dramática, y de esta manera, de un poema original irregular y tosco, ó, más bien dicho, de retazos y ligeras reminiscencias de él, componen una tragedia clásica ó una comedia.
Para confeccionar los autores sus clasificaciones, han debido sacrificar una parte de los efectos de cada uno de ellos, ó interpretar los demás en un sentido contrario. Aun hay más: se sacrifican los medicamentos mismos á la necesidad de clasificacion.
Palabra del Dia
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