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Ahora bien, si esta práctica es una importacion de los árabes, ¿cómo suponer que estuviese en uso en tiempo de la reconquista, esto es, cuando ya apenas quedaba en Córdoba un puñado de mudéjares, y cuando el nuevo estilo occidental triunfante tenia mas proporcion de ostentar sus medios particulares? ¿No es mas natural y sencillo colegir que los cristianos mozárabes la aprendieron de sus dominadores, y la introdujeron en sus construcciones con todas las otras innovaciones de carácter oriental que tambien tomaron de ellos?

Del Castillo de la Aljafería despues de la conquista de Zaragoza por D. Alonso el Batallador: establecimiento de su capilla y dotacion de sus capellanes. Otra época no menos memorable para este castillo principia desde la reconquista.

Confirman los datos expuestos, que el gremio de tejedores sevillanos desde la reconquista hasta el siglo XVIII, fué uno de los más importantes de la ciudad y por tanto capitulos especiales les dedicaron nuestros monarcas y Concejo para su régimen y buen gobierno en las Ordenanzas municipales, bajo los títulos de «Tejedores de terciopelo» de los «Sederos» Toqueros e «Hiladores del torno de seda» cuyas disposiciones persuaden del interés que habia porque la fabricación no decayese, ni se desprestigiase el renombre alcanzado.

Allí continuaron morando despues de la reconquista, y allí erigieron recien ganada la ciudad la suntuosa sinagoga que mandó demoler el papa Inocencio IV . Allí tambien sufririan la gran matanza del año 1392.

Median entre ambas cuatro naves mayores, y este fué luego el buque de la primera catedral cristiana de Córdoba despues de la reconquista, como mas adelante se dirá. Así, pues, la pieza de la limosna vino á ser como el vestíbulo ó narthex de la catedral, el recinto hoy capilla de Villaviciosa su presbiterio, y la tribuna de la Alicama su sacristía mayor.

Basta a nuestro propósito decir que según iban los reyes ganando tierras en la reconquista, a medida que magnates, nobles, abades y prelados se enriquecían, despertaba en ellos el amor del lujo, una de cuyas primeras consecuencias es el desarrollo y florecimiento de las artes: y claro está que entonces, como siempre, lo que unos hicieron por vanidad y ostentación, otros lo harían por buen gusto y delicadeza de sentimientos.

Puesto que hemos hecho mencion de las cartas y privilegios relativos á los tributos y prestaciones especiales impuestos á los muzlimes que permanecian en Córdoba con los cristianos despues de la reconquista, no sería ahora fuera de propósito echar una rápida ojeada sobre el estado y condicion de las personas de la secta vencida, si tuviéramos los datos suficientes para hacerlo.