United States or Georgia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dicen que es una santa. ¡, una santa que anda suelta! ¡Oye, muchacha, si buscas novio, aquí tienes uno! ¡Qué falta de algunas docenas de azotes! ¡Mira qué ojillos hipócritas pone la pendanga! Comprenderáse fácilmente en qué estado de aturdimiento, furor, angustia y exaltación pondrían al noble don Mariano Elorza estas groseras frases que se veía obligado a escuchar.

¡El demonio del capellanzote!... ¡Si pensará que está tratando con alguna pendanga!... ¡Sucio! ¡sucio! ¡suciote!... Ya se lo diré a tu madre, que cree que tiene un santo en casa... ¡Anda, anda con el santo! ¡No, las misas que digas que me las claven aquí!

Pues, mira; como vuelva a verte otra vez con ella, no me contento con lo que hoy hice... ¡Os clavo a los dos con una navaja! Ya te librarás de hacer nada de eso, ni presentarte siquiera delante de cuando esté hablando con otra mujer gritó el joven cada vez más enfurecido. ¡En cuanto te vea con esa pendanga! ¡Alza! ¡ya verás! ¡ya verás!

Esos viajes y esas lecturas te han trastornado. Al principio me indignaba, creyéndote de los que desean una revolución para quitarnos lo poco que nos queda y proclamar a la pendanga de la República, suprimiendo el presupuesto eclesiástico. Pero veo que vas más allá; con nada te conformas, todo te parece pésimo... y esto me hace gracia. No eres enemigo terrible, porque tiras de muy lejos.

¡Cómo! ¿Atreverse la tía pendanga á venir á insultarlas á su propia casa? ¿Insultar á su madre? ¿Insultarlas á ellas? ¡Esa sin vergüenza! ¡Esa cualquier cosa! ¡Esa p...! Y salió el vocablo infamante, y se repitió infinitas veces á gritos por las cuatro mujeres, trasformadas en cuatro tigres de Hircania.