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Actualizado: 3 de junio de 2025


Ella conocía, como se conocen los muebles de la casa, todos los coches de Palacio, el de carey, el de nácar, el de los globos, y hasta de los paramentos y arneses podía dar circunstanciada noticia.

El otro era evidentemente su escudero, sin más armas ofensivas ni defensivas que su yelmo y la poderosa lanza de su señor, que empuñaba con la diestra mano. En la izquierda, además de las riendas de su propia montura, tenía también la brida de un soberbio alazán con lujosos paramentos que le llegaban hasta los corvejones.

Tirábanle cuatro perezosos bueyes, todos cubiertos de paramentos negros; en cada cuerno traían atada y encendida una grande hacha de cera, y encima del carro venía hecho un asiento alto, sobre el cual venía sentado un venerable viejo, con una barba más blanca que la mesma nieve, y tan luenga que le pasaba de la cintura; su vestidura era una ropa larga de negro bocací, que, por venir el carro lleno de infinitas luces, se podía bien divisar y discernir todo lo que en él venía.

Dentro de esta sala habia la cuadra que llamaban de los paramentos, y en ella estaba la cama del rey, que tenía las cortinas de terciopelo carmesí con bordadura de oro y con las armas reales, y estaba toda esta pieza con colgadura de tela de oro y de brocado

Hay una perspectiva ideal en la que la ciudad no aparece grande sólo porque prometa ocupar el área inmensa que había edificada en torno a la torre de Nemrod; ni aparece fuerte sólo porque sea capaz de levantar de nuevo ante los muros babilónicos sobre los que era posible hacer pasar seis carros de frente; ni aparece hermosa sólo porque, como Babilonia, luzca en los paramentos de sus palacios losas de alabastro y se enguirnalde con los jardines de Semíramis.

Tiempo habría de presentarle y también de ponerle en un colegio de Francia, donde seguramente vendría a ser caballero digno de su escogido linaje. Cuando se acercaba la hora, púsose la de Rufete su vestido de merino negro, tan decente que no se podía pedir más, muy bien cortado y hecho; pero sin perifollos ni afectados paramentos.

Palabra del Dia

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