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Actualizado: 10 de mayo de 2025
Tiene ademas una decoracion natural admirable; le circuyen como un precioso marco lienzos de pintorescas montañas, de muchos y graciosos contornos, de variedad de formas y colores.
Muy distintos de las montañas ordinarias, los verdaderos volcanes están perforados por una chimenea central, de la cual se escapan vapores ó fragmentos pulverizados de rocas incendiadas, pero cuando se apagan, la chimenea se cierra y las pendientes del cono volcánico, cuyo perfil pierde su primitiva regularidad bajo la influencia de las lluvias y de la vegetación, acaban por parecerse á las de los demás montes.
Llanuras enteras, llenas de agua en otro tiempo, han sido cegadas por el lodo y los guijarros que el ventisquero impulsaba hacia adelante; los rebordes de las montañas y las colinas aparecen desgastados; finalmente, rocas esparcidas ó hacinadas han quedado abandonadas á lo lejos, hasta en pendientes de montañas pertenecientes á otros sistemas.
Está rodeado de altas y descarnadas montañas que forman un anfiteatro en el cual la superficie tranquila del agua forma el redondel. Nos asomamos por uno de los peñascos que lo circundan. La soledad de aquel sitio es aterradora y oprimió mi corazón.
Busco un remedio a mis males y no he hecho sino agriarlos: ceso de contar con el socorro de los espiritus; lo pasado no es de su resorte, y el porvenir ... hasta tanto que tambien este sepultado en la noche de los tiempos, me causa muy poca inquietud. iO tierra en donde he nacido! aurora radiante, y vosotras altas montanas ? porque sois tan hermosas? Yo no puedo amaros.
Pero tengo algunas dudas, por relacion de los indios, que este rio se vacie inmediatamente en el Océano, y no en el rio Colorado, poco mas arriba de su boca. Todo este país abunda de caballos silvestres, sobre todo la parte del este, que está mas cerca del Tuyú y las montañas.
El niño oteaba los corrales y los patios, el interior de los conventos, el caparacho de las iglesias. A corta distancia, en el sitio más eminente, la catedral levantaba su torreón de fortaleza, almenado y pardusco. Desde la otra ventana se disfrutaba de una vista grandiosa: el Valle-Amblés, toda la nava, toda la dehesa, el río, las montañas. Fuera de los sotos ribereños, la vegetación era escasa.
Sí, le hacía la corte a mi novia; la llamaba «encantadora hada graciosa»; contaba aventuras de caza picantes, y explicaba a los que me rodeaban por qué un hombre debe soltar siempre el cascarón antes de casarse... En una palabra, señores, estaba irresistible... Pero la niebla bajaba cada vez más densa. Eso se ve a menudo en las montañas, como ustedes saben.
«En un lugar de las Montañas de León tuvo principio mi linaje, con quien fue más agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna, aunque, en la estrecheza de aquellos pueblos, todavía alcanzaba mi padre fama de rico, y verdaderamente lo fuera si así se diera maña a conservar su hacienda como se la daba en gastalla.
Pediráse más raramente esa idea de unidad geográfica á las montañas, cuyas dos vertientes, á menudo en contradicción, nos ofrecen bajo una misma latitud floras y pueblos completamente distintos; aquí el invariable estío, á dos pasos el eterno invierno, según las situaciones. Raras veces da la montaña la unidad de la comarca, pero sí suele dar su dualidad, su divorcio y sus discordancias.
Palabra del Dia
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