United States or Mongolia ? Vote for the TOP Country of the Week !
A las doce entró este caballerito, que sin duda pasó la noche en alguno de esos clubes, como dicen, alborotando y aprendiendo todas esas herejías que andan ahora por ahí. ¿Qué le parece á usted? ¿Pero no se irrita usted, señor don Elías?
Finge que se alborota por defender su honor que, en resumidas cuentas, aquí nadie se atreve a amenazar seriamente, y lo que en rigor la irrita, es mi frialdad.... ¿Pero qué hace? vamos a ver.... Mire usted, Álvaro, por nada de este mundo daría yo un disgusto a mi Anita, que es ahora modelo de esposas; siempre fue buena, pero antes tenía sus caprichos, ya recuerda usted.... Sí, sí... al grano.
La cafeína es el principio activo que le da al mate del Paraguay su propiedad estimulante, pero no llega a la cantidad que contiene el café. Debe tenerse en cuenta que no irrita sino que calma el sistema nervioso, lo cual explica su antiguo y actual uso entre los indios, los vaqueros, los hijos del país y los colonos europeos. La bebida puede tomarse caliente o fría.
Si la naturaleza no secunda la accion del medicamento, verdad hay en creer que por lo menos se ha dado en vano: natura repugnante irrita sunt omnia, porque sobre la naturaleza, sobre la fuerza vital es donde obra, y esta fuerza es la que le utiliza y le emplea para sus fines, cuando su accion la es análoga y simpática: natura morborum medicatrix.
Algo le hacía, de seguro, la mano oculta que alimentaba las lámparas de los cielos, porque, a medida que me alejaba de él, puesto que descendía, redoblaba su fuerza penetrante. No es posible formarse idea de esos calores sin haberlos sufrido; las rocas parecen inflamadas, la tierra enrojecida calienta el aire que abrasa la cara, irrita los ojos, turba el cerebro.
En la misma mágica gruta donde Apeles consigue este don, y en el momento en que le consigue, aparece una virgen cristiana, la cual, impulsada por una voz intima, va á Palmira á predicar el Evangelio. Sedienta de martirio, le predica con generosa imprudencia, insulta á los dioses gentiles, irrita á la plebe, y la plebe la mata en medio de las calles, á pesar de que Apeles la defiende.
Ruega la ninfa, se irrita, está a punto de llorar; pero ni su enojo ni sus lágrimas consiguen ablandar el corazón empedernido de los infames sátiros. Por fin se resigna a descender y, aunque toma muchas y castas precauciones, éstos logran ver un pie deliciosamente calzado y un nacimiento de pierna que les hace rugir de gozo.
Palabra del Dia
Otros Mirando