Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de julio de 2025


PUDDING. Bátanse bien cien gramos de mantequilla; mézclese setenta de pasas de Corinto y unos trocitos de naranja confitada; añádanse tres yemas de huevo, bien batidas con cien gramos de azúcar; agréguense cien gramos de harina, trabajando bien todo; se incorporan las tres claras batidas a punto de nieve; se pone en un molde que se mete al horno; al sacarlo del molde puede bañarse con almíbar.

Luego púsose a girar ligero, muy ligero, más ligero todavía, ¡frenéticamente!, hasta que todo su cuerpo no fue sino un huso diáfano, un huevo dorado, loco, veloz, con un fino rumor de medallas y brazaletes. La danza concluía, la rotación era cada vez más lenta. Aixa trababa sus pies, por instantes, y su cabeza, cargada quién sabe de qué prodigiosas visiones, se inclinó por fin sobre el hombro.

EMPANADAS. Se pone por partes iguales agua, aceite que ya se habrá frito, manteca deshecha y un huevo por cada taza de líquido; se sazona de sal. Cuando está mezclado se va incorporando harina de flor y amasando bien hasta que quede en su punto.

En fin, yo quiero saber lo que gano, poco o mucho que sea, que sobre un huevo pone la gallina, y muchos pocos hacen un mucho, y mientras se gana algo no se pierde nada.

PARA LAVAR LA CABEZA. En un vaso de agua se pone una cucharada de bicarbonato de sosa y tres yemas de huevo batidas; se mezcla todo bien, y con ello se frota la cabeza en todas direcciones; luego se aclara varias veces con agua templada.

Hijo: ¡eso es el huevo de Juanelo! ¿Cuánto vas a ganar? No lo todavía.... De seguro que será poco. Sonrió Sarmiento, me hizo una caricia, y me dijo en voz baja, casi al oído: ¡Ten paciencia! Yo te buscaré algo mejor. Más bien dicho, ya tengo para una colocación. No todo sale a medida del deseo, y no podremos contar con el destino hasta dentro de dos meses, a principios de año.

LECHE FRITA. Se hace una natilla fina con tres yemas por pinta y seis cucharadas de harina; cuando está dura se reboza partida a cuadraditos en harina y huevo, y se sirve.

Se acercó con cautela, y vió en el fondo de la abertura diez o doce bolas oscuras, del tamaño de un huevo. Esto es miel se dijo el contador público con íntima gula. Deben de ser bolitas de cera, llenas de miel... Pero entre él, Benincasa, y las bolsitas, estaban las abejas. Después de un momento de desencanto, pensó en el fuego: levantaría una buena humareda.

Hágase reducir a buena lumbre unas cucharadas de jugo blanco con setas previamente pasadas por manteca; trábese con tres yemas de huevo, agréguense unos veinte gramos de manteca fresca, una pulgarada de perejil blanqueado y zumo de limón, e incorpórense las manos de carnero a esta salsa poco antes de servir.

Cuando esté medio frito se extrae el palito de canela, se incorpora una onza de mantequilla y un huevo, se revuelve bien y se vierte en una fuente plana, dejándolo enfriar. Se coge una cucharada grande de la composición y se reboza en pan rallado; luego en huevo batido, con una gotita de aceite; después se vuelve a rebozar ese en pan, y se fríen en manteca bien caliente.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando