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Actualizado: 7 de octubre de 2025
Vemos en el Adviento como la preparación ó prólogo de este conmovedor espectáculo; después en la fiesta de Navidad, el nacimiento del divino Redentor; en la de los Inocentes y Epifanía, la importante conmemoración de su infancia y juventud; en cada una de las festividades que forman el ciclo pascual, el recuerdo de su pasión y resurrección, con sus circunstancias más notables; y por último, en la fiesta de la Ascensión, el acto final de su divina vida.
La Sanguijuelera, que había visto y gozado un número infinito de funciones de tal especie desde la entrada de María Cristina hasta la de D. Juan Prim, desde esta hasta las festividades del actual reinado, hallaba en aquel espectáculo desinteresados placeres. Encarnaba en sí la novelería, la bullanga y el entusiasmo monárquico del antiguo pueblo de Madrid.
Las numerosas festividades del cristianismo, aumentadas todavía por los usos locales, les proporcionan frecuentemente la ocasion de reunirse para entregarse á las dansas alegres y jocosas, estimuladas por las repetidas libaciones de aguardiente, del cual abusan algunos hasta privarse de la razon.
Las composiciones religiosas, llamadas ordinariamente autos, se representaban sin duda en ciertas festividades de la Iglesia, pero también á veces con ocasión de otras profanas, ya dentro de los edificios destinados al culto, ya en las calles y plazas públicas . Para formarnos una idea de estas últimas, aunque no tan exacta como sería de desear, pueden servirnos las palabras siguientes de Sandoval en su Historia del emperador Carlos V: «El 5 de Junio de 1527 se celebraron en Valladolid diversas fiestas en el bautismo del infante Don Felipe.
Resucitaba dentro de la ramera, pasiva bestia acostumbrada á los golpes, la hija de la huerta, que desde que nace ve la escopeta colgada detrás de la puerta y en las festividades aspira con delicia el humo de la pólvora. Después de hablar del triste pasado, la curiosidad despierta de Rosario fué preguntando por todos los de allá, y acabó en Pepeta. ¡Pobrecita! Bien se veía que no era feliz.
Familias enteras que sólo salían a luz en las grandes festividades estaban allí desde las dos de la tarde, viendo pasar procesiones y más procesiones; mantos de Virgen, de aplastante suntuosidad, que arrancaban gritos de admiración por sus metros de terciopelo; Redentores coronados de oro, con vestimenta de brocado; todo un mundo de imágenes absurdas, en las que contrastaban los rostros trágicos, sanguinolentos o lloriqueantes, con las ropas de un lujo teatral cargadas de riquezas.
Actualmente el uso inmoderado de los licores fuertes, tales como el aguardiente, que en las festividades religiosas beben con demasía, trae consigo la ruina pecuniaria de los indígenas, el grandísimo deterioro de su salud, y, como consecuencia indispensable, el desarreglo en las costumbres.
Despues publicaron sus decretos favorables Gregorio XV á 24 de mayo de 1622, Alejandro VII á 8 de diciembre de 1661, y otros pontífices hasta Benedicto XIII. No consta en qué año antes del 1350 se empezó á celebrar en la iglesia de Córdoba la fiesta de la Concepcion; por el Breviario antiguo de la misma se sabe que tenia octava, procesion y seis capas; pero desde el año 1615 se empezó á celebrar con repiques desde primeras vísperas, luminarias en la torre, asistencia de la ciudad, y procesion general por el patio de los Naranjos, que es la mayor solemnidad que se acostumbra en las grandes festividades.
La Iglesia española no omitió medio alguno en el arreglo y pormenores de estas festividades para ofrecer tan sagrados objetos á los sentidos, y con ese objeto empleó á un tiempo los encantos de la música, de la pintura y de la poesía, artes nobilísimas, y la pompa más deslumbradora en el culto divino.
No es rico para pagar unos convites con otros, ni es zafio tampoco para pagarlos de otra manera sin el menor disimulo; pero, quizás sin pensarlo, paga los obsequios que recibe y no hay quien le tilde de pique-assiette o de parásito. Los cumpleaños, las bodas y otras festividades le ofrecen ocasión, que él aprovecha, de pagar cumplidamente cuantos obsequios recibe.
Palabra del Dia
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