Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Doy por cierto que en los quince años que ha vivido lejos de mí no se ha lavado una vez sola ni siquiera las manos. ATENAIS. Ese grave defecto tiene el espiritualismo o misticismo, que ahora priva y cunde. Parece que las virtudes a la moda exigen que sean puercos los virtuosos.
Hasta aquí las cosas van bien; pero ya aquí el diablo, como vulgarmente se dice, empieza a meter la pata. El espiritualismo nos induce y excita a querer, a adorar casi esta encarnación, o mejor expresado, esta empapelación y metalización del espíritu. Por este espiritualismo, y no por el cristianismo, desdeñamos lo natural: no sentimos toda la hermosura de la primavera.
Pero yo no me inclino a creer que sea el misticismo o el espiritualismo cristiano quien nos haga tan poco sensibles a la naturaleza y nos lleve tanto en pos del espíritu.
Encuentro en la locomotiva que silba y da resoplidos como el viento, y devora el espacio como el rayo, un espiritualismo singular, prosaico si se quiere en sus resultados aparentes, pero infinitamente grandioso en su forma sensible y en sus lejanas ó trascendentales consecuencias.
No hay sólo concupiscencia en la carne: la hay en el espíritu. Y si hay espiritualismo divino, no deja de haberle diabólico, y más común y frecuente por desgracia. Ahora bien: yo entiendo que este espiritualismo diabólico, y no el divino, es el que nos aparta de la naturaleza y de su amor inocente.
Pero se me antoja que el verdadero espiritualismo consiste en limpiarse, mondarse y purificarse, así el alma como el cuerpo. Un hombre limpio no es capaz de sentir tan bestiales apetitos como un hombre sucio.
Al pasar por la Provenza se siente uno conmovido por un mundo de recuerdos que hacen soñar con los heróicos tiempos de los trovadores provenzales, esos inspirados y galantes fundadores de la lengua francesa y propagadores, de la poesía, la música, el canto, el sentimiento caballeresco y religioso y el espiritualismo de la idea cristiana.
En efecto, si en una estacion, cerca de alguna bella ciudad ó de un rico paisaje, se compara el espiritualismo poético de un monumento cercano, con las pilas de carbon de piedra y los prosaicos vagones, la desventaja es para ese instrumento poderoso de locomocion, que ha hecho del viaje una carrera, un tropel de huracanes y de impresiones que apenas comienzan a nacer cuando ya se disipan como una pesadilla.
En medio de su verbosidad atropellada, fruto del aluvión tumultuario de sus emociones, díjome algunas cosas fundamentales y henchidas de un espiritualismo conmovedor. Accedió a mi deseo. Y hoy he recibido la esquelita que le adjunto para que usted y su nieto sepan a qué atenerse.
La cordobesa mira con desdén todo esto, o bien porque le es habitual y no le da precio, o bien por su espiritualismo delicado. Sin embargo, algunas señoras ricas se esmeran en cuidar frutas y en aclimatar otras poco comunes hasta ahora en aquellas regiones, como la fresa y la frambuesa.
Palabra del Dia
Otros Mirando