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Actualizado: 31 de mayo de 2025
Y como esto llovía sobre mojado, porque hacía ya bastantes días que la encontraba despegada, distraída, la picadura era más viva. Castro no estaba enamorado de la esposa de Osorio. Era incapaz de enamorarse. Pero tenía una idea extraordinaria de sus dotes de conquistador y, como consecuencia, un amor propio exagerado.
El señor Aubry, que lo apreciaba cada día más, concluyó por nombrarlo subdirector para procurarse algún descanso. El señor Aubry no tuvo que arrepentirse de su determinación; comprobó muy pronto que Juan poseía dotes naturales que no se adquieren fácilmente: cualidades de iniciativa y grandes condiciones de administrador.
Conociendo él, sin duda, las dotes, de que carecía y su verdadera disposición poética, renunció á ganar fama de poeta original, y se dedicó á mejorar y pulimentar las obras dramáticas de otros poetas. Muchas de sus mejores comedias son imitaciones ó plagios de pensamientos y escenas aisladas, tomadas de otros, pudiendo compararse á mosáicos hechos con habilidad y limpieza.
Abde-r-rahman II es un tirano fastuoso, galante, lleno de dotes y de ingenio para rendir voluntades. ¿Cómo no perdonarle las crueldades que contra los infieles cristianos comete, si posee el arte de representarlas como actos de estricta justicia?
La virtud nos enseña el camino que debemos seguir, mas no se encarga de descubrirnos todos los lazos que en él podemos encontrar: esto es obra de la penetracion, de la prevision, del buen juicio, es decir de un entendimiento claro y atinado. Con estas dotes no está reñida la virtud, mas no siempre las lleva por compañeras.
Por ejemplo, podría haber puesto por escrito las narraciones de un veterano capitán de buque, uno de los empleados del resguardo, con quien me mostraría muy ingrato si no lo mencionara, pues apenas se pasaba un día sin que me movieran á la vez á risa y admiración sus maravillosas dotes de cuentista.
Estas dotes extraordinarias, unidas a un hablar mesurado y prudente, le habían captado el respeto y hasta la veneración de sus convecinos.
No faltó Babuco á la cita, y vió una casa que era el emporio de los placeres. En ellos reynaba Teone; con cada uno hablaba el idioma que entendia: su natural entendimiento dexaba explayarse el de los demas; agradaba casi sin querer; tan amable era como benéfica; y para dar mas lustre á todas sus dotes, era muy hermosa.
No hay duda de que existen en nuestra propia literatura alemana algunos dramas excluídos de la escena por los rutinarios directores de ella, y merecedores, sin embargo, de ser representados; tampoco faltarán hombres de talento que escriban obras estimables, si observan en los teatros una tendencia más elevada, y que perfeccionarán sus dotes poéticas y su conocimiento de las necesidades teatrales, estudiando buenos modelos, aunque todo esto no baste para proporcionarnos en seguida un repertorio valioso y bastante rico para satisfacer las necesidades del momento.
Son, sin embargo, muy superiores á ellas en animación é interés dramático, y, en nuestro concepto, no existe poeta alguno español anterior, que juntara en sí tanto ingenio y tanta instrucción con otras dotes populares dramáticas, de las que hacen gran efecto en el teatro.
Palabra del Dia
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